Más de una decena de soldados estadounidenses han estado presuntamente involucrados en la masacre de 16 civiles en Kandahar.

Más de una decena de soldados estadounidenses han estado presuntamente involucrados en la masacre de 16 civiles en Kandahar, informó el domingo la prensa de Afganistán, citando a un equipo de parlamentarios afganos enviados al lugar para investigar el incidente.

“La delegación enviada a Kandahar por la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento), dijo el sábado que dos grupos de soldados estadounidenses, de 15 a 20 hombres, habían planeado y puesto en marcha el ataque con apoyo aéreo”, según el Afganistan Daily.

Los hechos, descritos como una carnicería por muchos afganos, tuvieron lugar el 11 de marzo. Los informes iniciales que se filtraron sobre el incidente hablaban de un único soldado estadounidense, que habría salido de su base en el Distrito Panyuayi y entrado en varias viviendas de la zona matando a 16 civiles, sin distinción, entre ellos tres mujeres y nueve niños.

La investigación iniciada por los militares estadounidenses declaró en repetidas ocasiones que sólo un soldado fue responsable de estos asesinatos y que él había sido arrestado.

A pesar de la presiones de Kabul, que pidió que el sospechoso, el sargento Robert Bales, le fuera entregado para ser juzgado públicamente en Afganistán, el Ejército estadounidense lo ha repatriado a EEUU.

Según el informe del diario afgano, que cita las declaraciones del parlamentario Mohammad Naeem Hamidzai Lali, dos mujeres fueron además presuntamente violadas, poco antes de la masacre del 11 de marzo.

El gobierno afgano no ha publicado el informe del equipo de investigación enviado por el presidente Hamid Karzai.

El incidente ha empeorado las tensiones entre Washington y Kabul, cuyas relaciones se habían visto ya empañadas por otros incidentes anteriores recientes, como la profanación del Corán en una base de EEUU en Afganistán y las imágenes de soldados estadounidenses orinando sobre los cadáveres de varios talibanes.