FMI ha advertido de que si los suministros de petróleo iraní se interrumpieran, los precios del crudo se incrementarían hasta en un 30%, enviando ondas de choque a través de la economía mundial.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que si los suministros de petróleo iraní se interrumpieran, los precios del crudo se incrementarían hasta en un 30%, enviando ondas de choque a través de la economía mundial.

“Está claro que sería un golpe para las economías de si se produjera una gran caída en las exportaciones de petróleo de Irán y esto, sin duda, haría subir los precios”, dijo la directora del FMI, Christine Lagarde, a AFP el martes.

Lagarde añadió que, según cálculos del FMI, una interrupción en los suministros de petróleo de Irán podría aumentar los precios del petróleo de un 20 a un 30%.

Ella advirtió además que un aumento repentino y brutal en el precio del petróleo con respecto a los niveles actuales –el crudo Brent cuesta125 dólares el barril- “podría tener graves consecuencias para la economía mundial”, agregó.

Los precios mundiales del petróleo han subido continuamente este año, tras la decisión de Irán de detener las ventas de petróleo a las empresas británicas y francesas en respuesta a las sanciones de petróleo de la UE contra el país. Teherán ha anunciado que también que podría parar las exportaciones de petróleo a más países europeos.
 
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) aprobaron el 23 de enero sanciones energéticas y financieras contra Irán, incluyendo la prohibición de las importaciones de petróleo iraní, la congelación de los activos del Banco Central del país dentro de los estados de la UE, y la prohibición de la venta de grano, diamantes, oro y otros metales preciosos a Teherán.

La decisión se produjo después de los EEUU impusiera nuevas sanciones contra Irán en la víspera de Año Nuevo, con el objetivo de impedir que otros países importen petróleo iraní y lleven a cabo transacciones con su Banco Central.

EEUU y algunos países occidentales acusan a Teherán de perseguir objetivos militares con su programa de energía nuclear y han utilizado este pretexto para lograr la aprobación de cuatro rondas de sanciones de la ONU y una serie de medidas unilaterales contra la República Islámica.