EEUU ha suspendido la transferencia de bombas de racimo a Arabia Saudí entre crecientes preocupaciones por el hecho de que el reino haya utilizado armas de este tipo en Yemen.
EEUU ha suspendido la transferencia de bombas de racimo a Arabia Saudí entre crecientes preocupaciones por el hecho de que el reino haya utilizado armas de este tipo en su campaña de bombardeos en Yemen, señala un informe publicado por la revista Foreign Policy.
Ésta es la primera medida adoptada por los norteamericanos para mostrar sus reticencias frente a la campaña de bombardeos llevada a cabo por Arabia Saudí en Yemen, estima Foreign Policy.
Estas acciones saudíes han provocado crecientes críticas de los miembros del Congreso en Washington, lo cual contrasta con la postura de la Administración norteamericana, que ha apoyado a Arabia Saudí durante el año de su agresión contra Yemen, que ha causado más de 9.400 víctimas, en su mayoría civiles.
La Casa Blanca ha vendido armas y ha proporcionado entrenamiento, información y apoyo logístico a Arabia Saudí desde la campaña de bombardeos que comenzó el 26 de Marzo de 2015, en un intento de restaurar el poder del ex presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, un firme aliado de Riad.
Washington ha vendido a Riad bombas de racimo, prohibidas internacionalmente, por valor de varios millones de dólares en los últimos años.
“Nos tomamos este informe en serio y estamos buscando más información”, dijo un senador norteamericano a Foreign Policy bajo la condición del anonimato.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han hallado evidencias de que las bombas de racimo CBU-105, fabricadas por la compañía norteamericana Textron Systems, han sido arrojadas sobre múltiples localizaciones en todo Yemen, incluyendo An Amar, Sanhan, Amran y el puerto de Al Haima.
Responsables norteamericanos señalaron que este acuerdo de suspensión se aplicará a las municiones CBU-105.
Las bombas de racimo contienen otras pequeñas bombas que se dispersan en todas direcciones y causan daños o heridas indiscriminadamente. En ocasiones, estas bombas no explotan inmediatamente y pueden matar a civiles después de meses o años. Estas armas están prohibidas por un tratado internacional que data de 2008, pero EEUU no ha querido firmarlo.
El jueves, los senadores norteamericanos presentaron una enmienda al Acta de Autorización de Defensa Nacional de 2016, con vistas a imponer nuevas condiciones y una vigilancia más estrecha del Congreso a las ventas de armas aire-suelo a Arabia Saudí.