El Ejército sirio y las Fuerzas de Defensa Nacional continúan inmersos en una dura batalla contra los terroristas del EI en las regiones montañosas del este de Hama y el oeste de Raqqa.
El Ejército sirio y las Fuerzas de Defensa Nacional continúan inmersos en una dura batalla contra los terroristas del EI en las regiones montañosas del este de Hama y el oeste de Raqqa, una provincia en poder del EI en el que el Ejército ha penetrado por primera vez desde 2014. El Ejército ha tomado una localidad después de un día de duros combates.
Las fuerzas gubernamentales sirias, que tomaron el pueblo de Abu Alay y sus alrededores el domingo, lograron apoderarse del mismo y de sus colinas vecinas, situados a 10 kms al este de la intersección de Zakia, y han obligado a las fuerzas del EI a retirarse del área. El grupo terrorista dejó a un gran número de muertos o heridos tras de sí y huyó del campo de batalla.
El Ejército y las Fuerzas de Defensa Nacional han avanzado unos 8 kms dentro del territorio controlado por EI en el oeste de Raqqa y capturado más áreas de la región.
Los soldados sirios progresaron también 10 kms a lo largo de la carretera de Ithriya hacia Tabaqa.
El Ejército sirio entró en la batalla de Raqqa varios días después del anuncio de EEUU acerca del inicio del ataque de las Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por los kurdos, para tomar Raqqa de manos del EI. Estas fuerzas están atacando en la actualidad la localidad de Manbiy.
De este modo, el Ejército sirio busca liberar la ciudad de Raqqa y gran parte de la provincia adelantándose así a los intentos de EEUU y de las FDS de controlarla. Las fuerzas sirias están ahora más cerca de la ciudad.
Otro objetivo de las Fuerzas sirias es la captura de los campos de petróleo de Hubara, que han servido al EI para abastecerse de petróleo y venderlo en Turquía para financiarse.
Un tercer objetivo es el de tomar una gran presa sobre el Río Éufrates en el próximo período.
Aviones rusos participaron el domingo en ataques aéreos en Raqqa con el fin de facilitar el avance del Ejército sirio al mismo tiempo que aviones estadounidenses hacían lo propio con los miembros del FDS, sin que hubiera coordinación entre ambos países.