Según un oficial del servicio de inteligencia sirio desertor, la eliminación de líderes terroristas no fue un hecho casual.
El pasado mes de enero se anunció que unos veinte líderes de diversos grupos armados que luchaban contra el Ejército sirio habían sido muertos en las semanas anteriores El último de ellos fue un comandante del grupo Ahrar al Sham en Homs, en el centro de Siria. Según diversas fuentes, “hombres armados no identificados mataron a Abu Rateb al Homsi”, el emir del grupo en Homs y miembro del Consejo de la Shura del mismo.
Otro ataque llevado a cabo en ese mismo mes por la aviación rusa, que estuvo dirigido contra una reunión de los grupos terroristas en la provincia de Idleb, causó la muerte de casi dos docenas de comandantes terroristas de los grupos Frente al Nusra y Ahrar al Sham.
La reunión, que tenía lugar en la región de Salqin, era altamente secreta y estaba dirigida a discutir vías para superar las diferencias entre los dos grupos.
Según un oficial del servicio de inteligencia sirio desertor, la eliminación de los líderes terroristas no fue un hecho casual. En una entrevista publicada en un sitio opositor y realizada por un tal Iyad al Yaafari, este oficial cita dos razones de los fracasos de estos grupos: los enfrentamientos intestinos entre los mismos y su infiltración por el servicio de inteligencia sirio.
Él añade que algunos ataques llevados a cabo por los grupos armados, en especial por el Frente al Nusra, se han saldado con fracasos al hallar al Ejército sirio preparado y aparentemente conocedor de sus planes. Esto es aún más inquietante para el grupo teniendo en cuenta que muchas de estas operaciones han sido planeadas por un número escaso de sus comandantes y de forma oral.
Existe un consenso entre observadores y analistas de que la oposición política y militar en Siria está profundamente infiltrada por el servicio de inteligencia sirio, siendo ésta una de las causas de sus sucesivos fracasos en la consecución de sus objetivos.
El reportaje menciona en concreto a Ahrar al Sham, uno de los mayores grupos terroristas en Siria. Él señala que varios de sus líderes han resultado muertos en los últimos meses debido a la infiltración que sufre. La mayoría de las operaciones que causaron su muerte, ya fueran aéreas o de comandos, tuvieron lugar en la provincia de Idleb, el más prominente bastión de este grupo, que está aliado al Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida. Estas infiltraciones llevaron al jefe del ala militar del grupo, Abu Saleh Tahan, a dimitir del cargo.
El artículo señala también que Rusia está buscando promover la división entre los distintos grupos, especialmente con el objetivo de disolver el “Ejército de la Conquista”, donde están Al Nusra y Ahrar al Sham y que actúa en las provincias de Idleb y Alepo. Él cree que los rusos, y los norteamericanos en secreto. consideran peligroso el modelo de unión de los grupos terroristas logrado en el Ejército de la Conquista y desean acabar con él.
La situación, según el oficial desertor, ha llegado a tal extremo que cree que algunos líderes de los grupos armados trabajan directamente para el aparato de inteligencia sirio y que muchos partidarios del sistema operan en forma de células durmientes de resistencia detrás de las líneas de los grupos armados y realizan actos de sabotaje y ejecuciones de líderes militares de los grupos armados, lo cual afecta también al EI.
El oficial opina que esta infiltración lleva al fracaso las operaciones de los grupos armados, que parecen incapaces de hacer frente a este fenómeno del espionaje. A pesar de numerosos intentos de establecer unas instituciones efectivas de seguridad y de llevar a cabo una cooperación entre los grupos armados en este tema, los hechos muestran que los agentes de inteligencia sirios son mucho más profesionales en este campo y, especialmente, en sus métodos para infiltrarse en las organizaciones armadas.