El tribunal administrativo de Bahrein decidió el martes suspender las actividades de la Sociedad Nacional Islámica Al Wefaq, el principal grupo de oposición de Bahrein, señaló la agencia oficial BNA.
El tribunal administrativo de Bahrein decidió el martes suspender las actividades de la Sociedad Nacional Islámica Al Wefaq, el principal grupo de oposición de Bahrein, señaló la agencia oficial BNA.
El tribunal publicó el fallo dos horas después de un recurso del Ministerio de Justicia que pedía la “disolución” del partido. En Bahrein, los tribunales son meros instrumentos del régimen absolutista monárquico pro-saudí de la familia Al Jalifa.
El tribunal ordenó además el cierre de los locales de Al Wefaq y la congelación sus fondos, según la agencia.
Al Wefaq anima un movimiento de protestas de la mayoría de la población contra el régimen absolutista y reclama reformas democráticas y una monarquía constitucional.
El Ministerio acusa al grupo de “no respetar la ley”, “favorecer el terrorismo y el extremismo” (una acusación a todas luces falsa puesto que Al Wefaq siempre ha promovido las protestas pacíficas) y “cooperar con las potencias extranjeras” (otro falso intento de conectar las reivindicaciones democráticas del pueblo de Bahrein a “manos extranjeras”).
El próximo 6 de octubre el tribunal decidirá sobre la disolución de Al Wefaq y pocos dudan de que el tribunal seguirá también las órdenes del régimen en tal sentido.
El miércoles, el régimen suspendió asimismo a otros dos movimientos opositores, la Sociedad para la Ilustración Islámica (Al Tawiya) y la Sociedad Islámica Al Resalah.
Una acción ilegal
Por su parte, Al Wefaq calificó el fallo de suspensión de ilegal. El vicesecretario general del partido, Sheij Hussein al Daihi, señaló que la suspensión muestra la incapacidad del régimen para separar a la población del país de Al Wefaq.
Él llamó también a la comunidad internacional a adoptar medidas contra la represión lanzada por el régimen contra la oposición y la población en general.
El secretario general del partido, Sheij Ali Salman, ha estado en prisión desde diciembre de 2014 bajo el cargo de intentar derrocar al régimen y cooperar con potencias extranjeras, cosa que él ha negado. Su sentencia de 4 años fue elevada recientemente a 9 por un tribunal de apelación.
Una nueva ola represiva
Por su parte, varias organizaciones pro-derechos humanos condenaron el fallo calificándolo de “una acción que se enmarca dentro de una nueva ola represiva contra la disidencia”.
Human Rights Watch describió la suspensión de Al Wefaq como “parte de una alarmante nueva represión del gobierno, dirigida a eliminar a toda la oposición en el país”.
“El gobierno del país parece determinado a cerrar todas las vías para la disidencia pacífica. Esto es un curso peligroso y es probable que aliente el extremismo y profundice la inestabilidad política”, dijo un responsable del grupo, Brian Dooley.
“Bahrein ha detenido a líderes de grupos pro-derechos humanos y de la oposición en las pasadas semanas. La decisión de suspender a Al Wefaq es un anuncio del régimen de que cualquier posibilidad de reforma está bloqueada”, añadió.
La decisión se produjo un día después de que las fuerzas de seguridad de Bahrein arrestaran de nuevo a Nabil Rayab, un prominente activista y presidente del Centro de Bahrein para los Derechos Humanos.
Rayab, que ha sido crítico con la represión de las protestas pacíficas por parte del régimen, ha sido arrestado varias veces desde el año 2011.
Otras asociaciones como Americanos por la Democracia y los Derechos Humanos en Bahrein (ADHRB), el Instituto de Bahrein para los Derechos Humanos y la Democracia (BIRD) y el Centro Europeo por la Democracia y los Derechos Humanos (ECDHR) condenaron la decisión de suspender al principal grupo de la oposición.
El director ejecutivo de la ADHRB, Husain Abdulá, dijo: “La comunidad internacional y EEUU necesitan expresar en voz alta su oposición a la suspensión de Al Wefaq”.
EEUU es un aliado de Bahrein y el reino es la base de la Quinta Flota de EEUU. El Reino Unido es el otro gran aliado del régimen de los Al Jalifa, al que ha apoyado y protegido durante décadas.
Ahmed Al Wadai, uno de los líderes de BIRD, dijo que “Bahrein está destruyendo a su sociedad civil y esto convierte en una burla las declaraciones del gobierno británico de hace dos semanas en las éste que saludó “el compromiso de Bahrein con las reformas”.
Desde febrero de 2011, miles de manifestantes anti-régimen han llevado a cabo numerosas protestas pacíficas de forma casi diaria.
En marzo de ese año, tropas saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos fueron desplegadas en el país para ayudar a reprimir las protestas pacíficas.