Rusia ha advertido en contra de un llamamiento por parte de un grupo de 50 funcionarios del Departamento de Estado en favor de ataques contra el gobierno sirio.
Rusia ha advertido en contra de un llamamiento por parte de un grupo de 50 funcionarios del Departamento de Estado en favor de ataques contra el gobierno sirio y dijo que Moscú se opone a una solución militar.
El Kremlin dijo que tal acción empujaría a toda la región hacia un completo caos.
Decenas de responsables del Departamento de Estado han firmado un documento interno que llama a ataques militares contra el gobierno sirio, según el Wall Street Journal.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo el viernes que el memorando interno sobre Siria firmado por más de 50 diplomáticos era “una importante declaración” que discutiría cuando volviera a Washington.
“Es una importante declaración y respeto mucho este proceso. Tendré una oportunidad de reunirme con personas cuando vuelva”, dijo Kerry a Reuters durante una visita a Copenhague.
“No es un secreto para nosotros que hay fuerzas políticas en EEUU que favorecen una solución militar (a la crisis siria), pero ése no es nuestro método”, dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, el viernes.
EEUU y sus aliados han estado llevando a cabo ataques aéreos contra los terroristas del EI en Siria desde septiembre de 2014 sin la autorización de Damasco ni un mandato de la ONU.
Los ataques han fracasado en su objetivo declarado de destruir el EI pero han matado a civiles y atacado la infraestructura siria en muchos casos.
En realidad, la estrategia propuesta por estos funcionarios entra en directa contradicción con la que EEUU ha apoyado en los últimos meses en el Consejo de Seguridad, que la de derrotar al EI mediante la unión del gobierno sirio y los rebeldes laicos.
Una nueva guerra, esta vez contra el gobierno sirio, causaría una reacción masiva de todos los aliados de Siria: Rusia, Irán, la Resistencia libanesa, las milicias iraquíes etc. Tampoco es probable que ella fuera apoyada por el resto de países de la OTAN, que acusan a EEUU de no haber apoyado las negociaciones en Siria lo suficiente y comprenden que la derrota de Assad significaría la llegada al poder en Siria de los grupos terroristas takfiris.
De este modo, atacar a Assad es prácticamente imposible y la “protesta” de los 50 funcionarios del Departamento de Estado parece simplemente el reflejo de su frustración por haber perdido la guerra que ellos están ya luchando.