El turismo ruso ha desaparecido prácticamente, víctima de las tensiones entre Moscú y Ankara...
Estambul ha sido descrita como una ciudad entre dos continentes. El principal aeropuerto de Estambul es como una ciudad de dos mundos: su área de tránsito está tan abarrotada como siempre. Las áreas de llegada están extrañamente tranquilas.
Ésta es la cara visible del colapso del turismo en Turquía, la consecuencia de los ataques terroristas en las ciudades y un retorno a la guerra entre el estado turco y los separatistas kurdos, señala John M. Roberts en el sitio web del Consejo Atlántico.
Todos los hoteles parecen tener habitaciones disponibles a precios de descuento. Los restaurantes, una vez abarrotados, tienen ahora muchas mesas vacías.
No es todavía un completo desastre, pero podría acabar siéndolo. Según las previsiones, las rentas del turismo caerán este año en un 20-25%, lo cual acarreará pérdidas para el país de unos 8.000 millones de dólares.
La industria del turismo es vital para Turquía. El pasado año el país obtuvo 36.460 millones de dólares del turismo, aunque esta cifra supuso un 8,3% menos que en 2014. En total, la industria representa no menos del 4,7% del PIB e indirectamente un 12%.
El turismo ruso ha desaparecido prácticamente, víctima de las tensiones entre Moscú y Ankara, que respaldan a diferentes partes en la guerra civil siria. Un reportaje del diario turco Hurriyet citó a los dependientes de un bazar que señalaron que las ventas han caído en un 90% desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, prohibió los vuelos chárter a Turquía, prohibió a las agencias de viajes vender paquetes de vacaciones a Turquía e impuso fuertes restricciones a las importaciones turcas.
Las disputas entre Turquía y Alemania tras la aprobación del Parlamento alemán de una declaración sobre el genocidio armenio y las subsiguientes amenazas de Erdogan han hecho caer también el número de turistas alemanes, que ya había comenzado a descender tras el atentado de Estambul del pasado 12 de enero, en el que murieron 12 turistas alemanes. El Ministerio de Exteriores alemán emitió entonces una advertencia a los ciudadanos alemanas para que evitaran sitios concurridos y atracciones turísticas en Turquía.
El 7 de Junio, 11 personas murieron y 36 resultaron heridas cuando un coche bomba conducido por un suicida explotó en Estambul a unos minutos andando de la Mezquita de Suleimaniya, uno de los edificios más hermanos de la era otomana, y del Gran Bazar.
El Foreign Office británico emitió una advertencia en ese momento sobre los viajes a Turquía en relación con el incidente.