Las actuales investigaciones sobre el atentado suicida del 21 de Junio del EI en la frontera sirio-jordana ha revelado los métodos sofisticados de la infiltración y de ataque del EI.

Las actuales investigaciones sobre el atentado suicida del 21 de Junio del EI en la frontera sirio-jordana, en la que seis guardias fronterizos jordanos murieron y 16 resultaron heridos, ha revelado los métodos sofisticados de la infiltración y de ataque del EI.

El atentado fue llevado a cabo con un vehículo militar que Jordania había proporcionado a los “rebeldes” sirios. El vehículo acabó en manos del EI que lo convirtió en un camión bomba. El grupo luego introdujo el vehículo de nuevo en Jordania y cuando apareció en las carreteras jordanas conducido por un supuesto terrorista suicida del EI nadie sospechó que fuera algo inusual porque parecía un vehículo militar jordano. De este modo, no fue parado en ningún punto de control.

En la mañana del ataque y tras haber permanecido oculto durante varios días, el camión fue llevado hacia el puesto jordano de Al Rukban, en el área de Berm, en la frontera siria. Las tropas fronterizas no dispararon contra el vehículo cuando éste se aproximó porque pensaron que iba a traerles suministros. Sin embargo, el vehículo aceleró de repente, rompió la puerta, entró en el centro de la instalación y explotó.

Según medios jordanos, el terrorista era jordano y no vino de Siria, lo que quiere decir que el EI posee una infraestructura en Jordania. Otro dato que confirma esto es el atentado contra el cuartel de la Inteligencia jordana el pasado 6 de Junio en Ain el Basha, cerca de Ammán, en el que cinco oficiales de inteligencia resultaron muertos.

Según la publicación israelí Debka, hay unos 3.000 jordanos en las filas del EI. El reino busca ahora construir una barrera de 442 kms en su frontera con Siria e Iraq.

Por su parte, EEUU ha aprovechado estos ataques para seguir adelante con sus planes para desplegar sus tropas en Jordania, que podrían convertirse en la mayor base de EEUU en Oriente Medio.