Tres kamikazes se hicieron explotar el lunes cerca de mezquitas en tres ciudades de Arabia Saudí, incluyendo la ciudad santa de Medina.
Tres kamikazes se hicieron explotar el lunes cerca de mezquitas en tres ciudades de Arabia Saudí, incluyendo la ciudad santa de Medina, en lo que constituyó una ola de atentados suicidas sin precedentes en el reino.
Estos atentados, que mataron a cuatro agentes de seguridad, no fueron reivindicados inmediatamente, pero el modus operandi de los terroristas recuerda al del grupo takfiri wahabí EI.
A primera hora de la tarde, un ataque se produjo delante de la Mezquita del Profeta Muhammad (PB) en Medina, el lugar donde reposan sus restos. El lugar está siempre muy concurrido de fieles.
La televisión saudí mostró imágenes de llamas procedentes de un aparcamiento próximo a la mezquita con al menos un cuerpo yaciendo en las proximidades.
Cuatro agentes de seguridad murieron y otros cinco resultaron heridos en este atentado suicida, anunció un portavoz del Ministerio del Interior saudí.
Atentado contra una mezquita shií en Qatif
Casi simultáneamente, en el este del reino, un atentado suicida fue perpetrado en una mezquita frecuentada por musulmanes shiíes en la ciudad de Qatif, añadió el portavoz, que dijo que restos humanos que pertenecían a tres personas habían sido descubiertos en el lugar y que una investigación estaba en curso.
“Era un kamikaze. Yo vi su cuerpo destrozado”, indicó uno de los habitantes, testigo del ataque en esta ciudad de la Provincia del Este.
Ataque en Yeddah
La ola de atentados comenzó al alba en Yeddah, donde un kamikaze se hizo explotar cerca de una mezquita situada en las proximidades del consulado de EEUU.
Dos agentes de seguridad resultaron ligeramente heridos, indicó el Ministerio. Ningún miembro del Consulado fue alcanzado, según la Embajada de EEUU en Riad.
EI, que comparte la doctrina wahabí con el reino, se había abstenido hasta ahora de atacar Arabia Saudí, con la excepción de varios atentados mortíferos contra mezquitas shiíes en la Provincia del Este.
Estos ataques podrían constituir el mayor desafío al reino desde que Yuhaiman Otaibi tomó la Gran Mezquita de Meca en noviembre de 1979 y fue muerto en una operación de fuerzas especiales francesas y jordanas, que inundaron los túneles y sótanos de la Gran Mezquita con agua. Como coincidencia, el actual atacante de la Mezquita de Medina se llamaba Omar al Otaibi.
Junto con los atentados de Jordania y Turquía, el EI puede querer enviar la advertencia a sus antiguos patrocinadores para que no se impliquen en la guerra declarada por la comunidad internacional contra el grupo.
Esto se produce también en un momento en el que el EI ha estado retrocediendo en Siria e Iraq, incluyendo la más reciente derrota de Faluya, cuya liberación Arabia Saudí se abstuvo de celebrar. Queda por ver ahora si los mensajes sangrientos de advertencia del EI se convertirán en una guerra abierta.