El presidente sirio, Bashar al Assad, participó en el rezo del fin de Ramadán, mes sagrado musulmán, en la Mezquita de Al Safa, en la ciudad de Homs, 162 kilómetros al norte de Damasco.
El presidente sirio, Bashar al Assad, participó en el rezo del fin de Ramadán, mes sagrado musulmán, en la Mezquita de Al Safa, en la ciudad de Homs, 162 kilómetros al norte de Damasco.
Junto al Gran Mufti sirio, Ahmad Baden al Din Hassun, el mandatario y otros altos dirigentes del Gobierno y religiosos estuvieron en la ceremonia que supone el inicio de la gran fiesta musulmana del Eid el Fitr.
La ceremonia religiosa fue retransmitida por la televisión pública desde Homs, una ciudad que está segura en manos del Ejército, excepto un barrio de la periferia donde hay un grupo armado con el que ha sido concluida una tregua.
El presidente Assad escuchó el sermón del Eid pronunciado por Sheij Issam al Masri, que subrayó los significados del EI el Fitr.
La ceremonia subrayó los llamados a la paz, la tolerancia y la benevolencia entre los creyentes en medio de una situación de guerra impuesta.
Sheij al Masri dijo que la ciudad de Homs, con su valeroso pueblo, ha dado un ejemplo a seguir de firmeza en la lucha contra el terrorismo y añadió que la población extrajo su determinación y firmeza del liderazgo del presidente Assad.
La mezquita se encuentra en el barrio de Akrama, que fue objeto de ataques en el pasado del EI y el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida.
En el transcurso de los días finales del Ramadán, Assad recibió numerosas felicitaciones y mensajes en los que se subrayó la esperanza de que Dios ayude a Siria a vencer a sus enemigos y superar la crisis.