Las personas que suministraron falsas informaciones sobre Iraq antes de la invasión de EEUU y el Reino Unido no van a ser castigadas, manifestó Philip Giraldi...
Las personas que suministraron falsas informaciones sobre Iraq antes de la invasión de EEUU y el Reino Unido no van a ser castigadas, manifestó Philip Giraldi, un ex especialista de la lucha contra el terrorismo de la CIA, a Sputnik.
El miércoles, la comisión de investigación que actúa bajo la presidencia del ex militar John Chilcot publicó su informe sobre la participación del Reino Unido en la guerra de Iraq. La comisión concluyó que la decisión del gobierno británico del ex primer ministro Tony Blair de invadir Iraq fue un error. Apoyada en datos falsos de inteligencia y adoptada sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, la decisión de invadir Iraq tuvo terribles consecuencias que son sentidas hasta hoy día.
“Esta decisión estuvo basada en datos falsos de inteligencia suministrados por EEUU y aceptados sin un estudio crítico por Tony Blair”, dijo Giraldi, que cree, sin embargo, que nadie será castigado por estos crímenes.
Según él, existen personas concretas que deben cargar con la responsabilidad. Ellas no son británicas, sino estadounidenses.
“Dado que existieron informaciones falsas y fabricadas que fueron suministradas esencialmente por el Pentágono, hace falta buscar a las personas concretas que son responsables. Ellas son conocidas por el gran público: Douglas Feith, Paul Wolfowitz y Lewis “Scooter” Libby”, todos ellos miembros del grupo de los neocon, precisa Libby.
En aquella época, Paul Wolfowitz era subsecretario de Defensa. Douglas Feith era subsecretario de Defensa para Temas Políticos y jefe de una oficina de inteligencia en el Pentágono que fue establecida para fabricar datos falsos sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Iraq. Y Libby era consejero del vicepresidente estadounidense Dick Cheney para temas de seguridad nacional.
El Departamento de Estado de EEUU ha anunciado que no tiene intención de estudiar ni de comentar el Informe Chilcot ni la participación del gobierno británico en la guerra de Iraq.