Según el periódico pro-Qatar Al Quds al Arabi, Moscú busca reforzar la capacidad combativa del Ejército sirio mediante la entrega a este último de nuevos sistemas de armas.
Según el periódico pro-Qatar Al Quds al Arabi, Moscú busca reforzar la capacidad combativa del Ejército sirio mediante la entrega a este último de nuevos sistemas de armas.
Una de las últimas en ser enviadas al campo de batalla sirio es un lanzallamas que actúa a larga distancia, hasta más de 3 kilómetros, y que es la versión más sofisticada del TOS-1.
Este nuevo lanzallamas es capaz de destruir las posiciones enemigas en la línea del frente pero también los vehículos, equipos y cuarteles generales y concentraciones de los terroristas mediante el intenso fuego que genera.
Esta arma produce un enorme fuego que sirve como cobertura para el Ejército sirio durante los ataques y operaciones ofensivas de este último.
El periódico añadió que el ministro de Defensa ruso visitó recientemente la base militar de Hamaimim, como parte de una evaluación rusa para ver qué tipo de armas sofisticadas necesitan el Ejército sirio y el ruso para sus operaciones.
La presencia del sistema ruso TOS-1A en Siria ya es conocida. Este sistema de lanzacohetes termobáricos ha sido utilizado en Siria desde el pasado año.
Este lanzacohetes móvil construido sobre el chasis de un tanque puede lanzar proyectiles que destruyen hasta ocho bloques de edificios, según la revista norteamericana Popular Mechanics. Los proyectiles termobáricos son un sistema que “quema el aire”. Al estallar estos misiles dispersan una nube de líquido inflamable en el aire alrededor del objetivo y luego lo incineran.
“El resultado es devastador. La explosión es significativamente más larga y la onda de choque más caliente y más fuerte que una cabeza convencional. Todo el oxígeno cerca del blanco es consumido y se crea un vacío parcial. La explosión destruye no sólo concentraciones de enemigos sino también sus búnkeres y posiciones”.