En un momento en el que el Ejército sirio refuerza su ofensiva Alepo, rodeando a las milicias desplegadas en los barrios del Este de la ciudad, el mismo escenario tiene lugar en Darayya.
En un momento en el que el Ejército sirio refuerza su ofensiva Alepo, rodeando a las milicias desplegadas en los barrios del Este de la ciudad, el mismo escenario tiene lugar en Darayya, en la Guta Occidental, en Damasco.
En efecto, varias operaciones militares y procesos de reconciliación han permitido al Ejército sirio liberar varias regiones y localidades de la Guta Occidental, como es el caso de Barzé.
Las fuerzas regulares sirias han logrado también apoderarse de las regiones agrícolas que rodean Darayya y tomar 17 bloques residenciales situados en el lado oeste de la ciudad.
Dado que Darayya constituye el vínculo entre la provincia de Damasco y el Sur de Siria, sus militantes han pedido la ayuda de sus correligionarios que operan en el Sur sirio para que ataquen al Ejército y alivien la presión que sufren en la ciudad.
De este modo, la calma que perduraba desde hace seis meses en el Sur fue rota por dos ataques simultáneos lanzados por los grupos armados en este frente, pero ambos se han saldado con un fracaso.
El más importante de esos ataques fue el lanzado en el norte de la provincia de Deraa, en la zona conocida como “el triángulo de la muerte”, que está situada entre Deraa, la provincia de Quneitra y la de Damasco. El objetivo de la operación fue el “expresar la solidaridad y el apoyo” a las otras milicias que se encuentran en una difícil situación, tanto en Alepo como en Darayya.
Otro segundo ataque fue lanzado contra el Monte Bazzak, situado en la provincia vecina de Quneitra, y contra la localidad de Baaz.
Los dos asaltos no pudieron lograr ningún avance y las líneas de retaguardia de las milicias fueron objeto de bombardeos nutridos de la artillería y la aviación, en el curso de los cuales un número indeterminado de militantes perdieron la vida.