Los mercenarios pro-saudíes de Yemen han incendiado la Mezquita de Sheij Yamaleddin en el pueblo de Al Sarari y exhumaron el cuerpo de una personalidad sufí en la provincia de Taiz.
Los mercenarios pro-saudíes de Yemen han incendiado la Mezquita de Sheij Yamaleddin en el pueblo de Al Sarari y exhumaron el cuerpo de una personalidad sufí en la provincia de Taiz, en el sur de Yemen.
Según la cadena de televisión Al Alam, los milicianos saudíes incendiaron los domicilios y secuestraron a decenas de miembros de las familias de Yunaid y Sarvari. Los mercenarios de régimen de los Saúd han quemado los huesos de Sheij Yamaleddin después de haberlo exhumado.
La librería sufí del pueblo fue incendiada.
Del mismo modo, ellos lanzaron un asalto contra el pueblo de Al Sarari y procedieron a secuestrar a las dos familias. Las viviendas del pueblo fueron incendiadas.
La comisión de supervisión de cese el fuego publicó un comunicado en el que ella calificó a estos mercenarios de responsables de todos los crímenes cometidos en contra de los habitantes de esta localidad, señalando que ellos habían secuestrado a 49 personas, incluyendo mujeres y niños, que fueron transferidos a un lugar desconocido.
Por su parte, el movimiento yemení Ansarulá ha asegurado que este crimen no pasará sin respuesta. Él señaló que tales prácticas bárbaras demuestran una vez más los objetivos de la coalición dirigida por Arabia Saudí, que busca sembrar la división confesional entre los yemeníes.
La delegación nacional (Ejército + Ansarulá), que participa en las conversaciones de paz de Kuwait, ha pedido a la ONU que intervenga para salvar la vida de los civiles secuestrados en Al Sarari por los milicianos de la coalición.
La delegación amenazó con retirarse de las negociaciones si la ONU no toma las medidas necesarias para poner fin a tal barbarie, señala la agencia yemení Khabar.
El wahabismo, religión de estado en Arabia Saudí, que siguen también el EI y Al Qaida, propugna una doctrina que considera a los místicos sufíes, y a los shiíes también, como “apóstatas” y aboga por su eliminación.