El gobierno ruso ha informado de un incidente en el que dos rusos, un soldado y un miembro del servicio de seguridad federal FSB, fueron muertos esta semana...
El gobierno ruso ha informado de un incidente en el que dos rusos, un soldado y un miembro del servicio de seguridad federal FSB, fueron muertos esta semana mientras realizaban una operación dirigida a desbaratar una red de espionaje ucraniana que operaba en la Península de Crimea.
El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó al gobierno ucraniano de estar detrás de este complot buscando provocar un nuevo conflicto para distraer el público ucraniano de sus problemas, añadiendo que, al deshacer esta red, Moscú había abortado potenciales ataques terroristas contra infraestructuras dentro de Crimea.
El presidente Putin reunió a los principales responsables del país para discutir medidas destinadas a reforzar la seguridad en Crimea, donde los servicios de seguridad rusos anunciaron que habían abortado “atentados” preparados por Kiev, indicó el jueves el Kremlin.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad, que reúne a responsables políticos y de los servicios de seguridad, “fueron discutidas medidas suplementarias para reforzar la seguridad de los ciudadanos y las infraestructuras vitales en Crimea”, dijo el Kremlin en un comunicado.
Los participantes “estudiaron en detalle las medidas antiterroristas dirigidas a proteger la frontera terrestre, las aguas territoriales y el espacio aéreo de Crimea”, precisó la misma fuente.
El FSB acusa a Kiev de haber preparado incursiones de saboteadores-terroristas a principios de agosto en Crimea y dijo que esto dio lugar a enfrentamientos armados que costaron la vida a un agente del FSB y un militar ruso. Las autoridades ucranianas han negado tener relación con tales hechos.
Vladimir Putin acusó el miércoles a las autoridades ucranianas de haber “pasado a practicar el terrorismo” como política.
Él estimó que, en este contexto, el encuentro sobre la situación en Ucrania, previsto en los márgenes de la Cumbre del G20 en China a principios de septiembre con su homólogo ucraniano, Petro Porochenko; el presidente francés, François Hollande; y la canciller alemana, Angela Merkel, no tenía “ningún sentido”.
Crimea ha sido parte de Rusia durante su historia contemporánea. En 1954, ella fue regalada, sin embargo, a Ucrania por iniciativa del dirigente soviético, Nikita Jrushov.
En 2014, un golpe alentado por los países occidentales en Ucrania derrocó al gobierno de Kiev e instaló a un ejecutivo dominado por nacionalistas ucranianos anti-rusos en el poder. Esto llevó a Crimea, habitada por rusos, a secesionarse de Ucrania y pedir luego la adhesión a la Federación Rusa.
Crimea está considerada como muy importante para Rusia. La ciudad de Sebastopol es hogar de la Flota Rusa del Mar Negro y lo ha sido desde 1783.
El pasado año, saboteadores cortaron el suministro de electricidad a buena parte de Crimea mediante ataques a las torres de suministro dentro del territorio ucraniano. Los nacionalistas ucranianos también impidieron durante meses que equipos de reparación pudieran reparar los daños. Rusia, por su parte, ha dado pasos para construir su propia red de suministro eléctrico. Un cable submarino ruso estará acabado con tal fin en el año 2020. Rusia también está construyendo un gran puente que dará a Crimea una conexión terrestre con el territorio ruso. Se cree que esta obra estará terminada en el año 2018.