Israel ha destruido más casas e instalaciones en lo que va de 2016 que durante todo el año 2015 en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén Este, indicaron la ONU y varias ONGs el viernes.
Israel ha destruido más casas e instalaciones en lo que va de 2016 que durante todo el año 2015 en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén Este, indicaron la ONU y varias ONGs el viernes.
Desde el inicio de 2016, 726 viviendas y estructuras han sido destruidas, provocando 1.020 desplazados, frente a las 531 demoliciones y 688 desplazados de todo el año 2015, informó Ocha, la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Las estructuras evocadas por la ONU incluyen viviendas, establos para animales o equipos como paneles solares.
Varias de estas estructuras demolidas fueron financiadas por donantes extranjeros, incluyendo la UE, o diferentes estados que afirman que actúan para paliar las necesidades humanitarias acuciantes de una población bajo ocupación militar y cuyos medios de vida se reducen según progresa la colonización y los ataques militares israelíes.
El régimen israelí pretende que ha destruido “instalaciones no autorizadas”
Sólo en la última semana, “las autoridades israelíes han destruido u obligado a los propietarios a destruir ellos mismos 42 estructuras por falta de permisos de construcción, causando 50 desplazados y afectando a la vida de 1.200 personas” en Jerusalén Este y Cisjordania, señala la Ocha.
Desde enero”, señala la ONG israelí B´Tselem, que denuncia de forma reglar los crímenes de la ocupación en los territorios, “Israel ha destruido al menos 188 viviendas palestinas en Cisjordania”.
Se trata de “la cifra más elevada desde que B´Tselem comenzó a registrar en 2006 la demolición de viviendas por “falta de permisos”, que en la gran mayoría de ocasiones son difíciles o imposibles de obtener, indicó.
Desde 1988, más de 2.800 órdenes de demolición han sido ejecutadas y otras 11.000 amenazan a un gran número de familias palestinas en la actualidad, según Ocha.
Reacciones de París y Washington
El Ministerio de Exteriores francés condenó el jueves la destrucción la pasada semana de estructuras financiadas por Francia en el pueblo de Nabi Samuel, en la Cisjordania ocupada. Es la tercera demolición o confiscación de edificios financiados por Francia en 2016, dijo el Quai D´Orsay.
Él expresó “su grave preocupación frente a la aceleración de las demoliciones y confiscación de estructuras humanitarias”.
Desde Washington, la diplomacia norteamericana ha hecho sonar la alarma en el tema de Sussia, un pueblo palestino situado en el sur de Cisjordania que está amenazado de destrucción por la entidad sionista.
“Si el gobierno israelí pone en práctica sus demoliciones en Sussia, esto será muy inquietante y tendrá un impacto muy negativo sobre la vida de los residentes palestinos, que se han convertido en desplazados ya en varias ocasiones”, dijo el Departamento de Estado.