El Islam en Brasil contaba en 2000 con 27,239 seguidores, según el censo de ese año del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El Islam en Brasil contaba en 2000 con 27,239 seguidores, según el censo de ese año del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En el censo, el IBGE no trataba el Islam de forma aislada, y situaba a los musulmanes en la categoría de “otras religiones”, un grupo que abarcaba oficialmente a casi 51.000 brasileños.
Sin embargo, algunas instituciones islámicas de Brasil consideraron ya entonces que el número de musulmanes era en realidad mucho más alto. La Federación Brasileña Islámica sostiene que hay hoy alrededor de 1,5 millones de musulmanes en Brasil y estima que existen unas 50 mezquitas y 80 centros islámicos dispersos por todo el país.
Hay referencias a la presencia de musulmanes en el Brasil desde la expedición de Pedro Álvares Cabral que llegó a Brasil en 1500 trayendo marinos de origen árabe. Posteriormente, el tráfico de esclavos trajo grandes contingentes de musulmanes negros, capturados en África. Estos musulmanes organizaron las primeras rebeliones por la liberación, aun cuando estaban alejados de sus orígenes y sin posibilidades de ejercer plenamente su religión y a pesar de la fuerte represión ocurrida en el siglo XIX.
Muchos de sus descendientes, sin embargo, perdieron su religión. Sin embargo, se ha dado entre la población negra un cierto movimiento del retorno al Islam y en 2005, un grupo de conversos de esa etnia fundó en Sao Paulo un centro de oración con una dirección predominantemente negra y un sheij de Mozambique.
Otro nuevo contingente de musulmanes llegó al Brasil a partir del final del siglo XIX y principios del siglo XX. La mayoría de ellos eran inmigrantes sirios y libaneses que se instalaron en el país durante la Primera Guerra Mundial, poco antes de la disolución del Imperio Otomano. Estos inmigrantes fundaron en 1927 en la ciudad de São Paulo la Sociedad de Beneficencia Musulmana Palestina. En 1929, con la llegada de grandes grupos de sirios y libaneses, el nombre de la entidad fue cambiado a Sociedad de Beneficencia Musulmana.
Más adelante, Brasil continuó recibiendo a un número significativo de refugiados palestinos, libaneses, sirios e iraquíes como consecuencia del conflicto palestino-israelí, la Guerra del Líbano de 1982 y el reciente conflicto en Iraq.
El número de brasileros convertidos es relativamente pequeño en el contexto de la comunidad islámica. Sin embargo, en los años recientes el número de brasileños que se han convertido al Islam ha crecido en un 25% debido, sobre todo, a la labor de Dawa y a la existencia de información fidedigna acerca del Islam accesible en Internet. Otro factor que ha influido en este hecho es la publicación de traducciones del Sagrado Corán al portugués, la última de las cuales data de 2005.
En lo que se refiere a la distribución geográfica, la mayoría de los musulmanes viven en los estados brasileños de São Paulo y Paraná, pero también hay comunidades significativas en Mato Grosso do Sul y Rio Grande do Sul.
Foz do Iguacu, en estado de Paraná, alberga la mayor comunidad musulmana de Brasil en proporción a sus habitantes y varios centros como la famosa Mezquita de Omar ibn Jattab. Esto se explica por la llegada de numerosos inmigrantes árabes a la frontera entre el estado de Paraná y Paraguay, atraídos por la presencia de otros anteriores del mismo origen y las buenas oportunidades comerciales y laborales.
En Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, hay cerca de diez mezquitas, entre las cuales cabe destacar la Mezquita Brasil, en la Avenida del Estado (centro ciudad). Sus trabajos de construcción comenzaron en 1929, lo que la convirtió en la primera mezquita construida en América Latina. También hay templos y salas de oración, repartidas en otros diez estados (Bahía, Pernambuco, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Paraná, Río de Janeiro, Rio Grande do Sul, Santa Catarina) y en el Distrito Federal.