Israel ha reaccionado con desmayo al despliegue de bombarderos estratégicos Tu-22 rusos en una base de Irán para atacar blancos terroristas en Siria.
Israel ha reaccionado con desmayo al despliegue de bombarderos estratégicos Tu-22 rusos en una base de Irán para atacar blancos terroristas en Siria. Tras la reacción moderada de EEUU, que afirmó que había sido informado anticipadamente de este hecho, la reacción israelí ha sido de abierta irritación.
El periódico israelí Jerusalem Post se refirió a los ataques rusos diciendo: “La presencia de los bombarderos rusos en Irán dañará en el futuro los intereses de Israel”.
“Israel considera que esta presencia va en contra de sus intereses a largo plazo”, indicó el periódico antes de evocar las buenas relaciones entre Rusia e Israel.
“En razón a esas buenas relaciones, los responsables israelíes pretenden que los bombarderos rusos en Irán no cambian la situación, pero esto no es lo que piensan y dicen en privado. Los aliados de los norteamericanos, incluyendo Israel, comprenden perfectamente el nuevo juego de los rusos y su motivación real, pero, por el momento, no tienen más remedio que actuar de forma táctica”.
“Los servicios norteamericanos e israelíes eran conscientes de que Moscú necesitaba estacionar sus aparatos en Irán y, sin embargo, tanto Washington como Tel Aviv se vieron sorprendidos por la noticia del despliegue. Eso demuestra que los vínculos entre Moscú y Teherán pueden ser importantes y eficaces. Es un tipo de relación cuyas repercusiones podrían ira más allá de la región de Oriente Medio y manifestarse en el mundo”.
“Israel, Egipto y Turquía ven a Rusia como una estrella ascendente en la región mientras que la potencia militar norteamericana vive su crepúsculo y no es sólo Rusia la que gana por la mano a EEUU en el plano militar. China ha entrado también en escena y acaba de anunciar que formará al Ejército de Bashar al Assad”.
Otro suceso que ha causado enorme preocupación en Israel es el estrechamiento de relaciones entre Rusia e Irán, por una parte, y Turquía, por otra. Algunos medios israelíes han especulado con que una próxima visita del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a Teherán podría servir para crear un pacto militar entre ambos países y una alianza tripartita que incluya a Rusia.