Siria quiere un “compromiso escrito” de la oposición siria de que no tratará de tomar ventaja de una retirada de las tropas del gobierno para ganar terreno, dijo Bashar Yaafari.

Siria quiere un “compromiso escrito” de la oposición siria de que no tratará de tomar ventaja de una retirada de las tropas del gobierno para ganar terreno, dijo el jueves el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Yaafari.

Recordando la promesa de Damasco de retirar sus fuerzas de las ciudades y no usar las armas pesadas en las mismas después del 10 de abril, Yaafari hincapié en que el mediador de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, “no tenía la garantía” de parte de la oposición armada de que ella no se aprovecharía de esa retirada.

“La retirada de las armas pesadas se llevará a cabo el 10 de abril, pero debemos tener un compromiso claro de que cuando el gobierno respete el final de las hostilidades la otra parte no ocupará el vacío,” declaró a la prensa.

“Necesitamos un compromiso escrito de todos”, dijo. Él recordó la promesa de Damasco de cumplir con el plazo del 10 de abril, presentado a Annan en una carta del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio.

Dirigiéndose a la Asamblea General de la ONU el jueves, Annan dijo que había detectado una voluntad por parte de la oposición de cesar las hostilidades tan pronto como las fuerzas gubernamentales hayan cesado sus operaciones, pero no habló de un acuerdo formal en este sentido.

“Todos nuestros interlocutores se han comprometido a respetar un fin a la violencia después de que el gobierno sirio haya cumplido sus compromisos con respecto a las armas pesadas y la retirada de tropas”, subrayó.

En el marco del Plan Annan, los grupos armados de oposición tendrán 48 horas después del cese de hostilidades por parte de las fuerzas del gobierno para deponer las armas.

El delegado de Qatar

Yaafari también se quejó de la reunión informal de la Asamblea General en la que Annan participó por videoconferencia. Según él, el presidente de la Asamblea, el qatarí Nassir al Nasser, “utilizó su influencia de una manera flagrante para hacer valer las posiciones exclusivas de su país y las de Arabia Saudí a expensas del puesto para que el que fue elegido. El objetivo de dicha reunión fue el de “difamar a Siria”.

“El comportamiento del responsable qatarí, que me negó una moción de orden y la posibilidad de hacerle una pregunta a Kofi Annan, es un acto sin precedentes en la ONU y esto ha sido considerado por muchos diplomáticos como una clara injerencia de Qatar en el trabajo de la Asamblea General”, señaló Yaafari.