EEUU admitió que apoya con aviación, inteligencia y asesores la ofensiva que inició el jueves Turquía contra el EI en territorio sirio.

EEUU admitió que apoya con aviación, inteligencia y asesores la ofensiva que inició hoy Turquía contra el EI en territorio sirio, acción considerada por el Gobierno de Damasco como una violación flagrante a su soberanía.

Un alto funcionario norteamericano, que prefirió mantener el anonimato, reconoció que especialistas de este país trabajan estrechamente en el terreno con su contraparte turca para garantizar el éxito del ataque, según informes de la agencia Associated Press (AP).

El objetivo es ayudar a las unidades de Ankara a sacar a los efectivos del EI de la frontera entre los dos países, para lo cual cuentan con el apoyo de la aviación norteamericana que opera en la región.

La ofensiva, denominada Escudo Éufrates, comenzó este miércoles en horas de la madrugada (local) con fuertes golpes de la artillería de la nación europea contra los fundamentalistas en los alrededores de la localidad siria de Yarabulus.

Participan unidades de operaciones especiales, una veintena de tanques y varios centenares de miembros de bandas armadas que combaten al Ejército del presidente Bashar Al Assad.

Las acciones comenzaron pocas horas antes del arribo del vicepresidente Joseph Biden a Ankara, quien discute con las autoridades locales acerca de las tensiones creadas entre los dos países después del fallido golpe de estado del 15 de julio, en el que murieron 265 personas, y tras la solicitud turca de extradición del clérigo Fethullah Gülen, que vive en la nación norteña desde 1999.

Esta incursión sin precedentes marca una peligrosa escalada en el conflicto en Siria y es una muestra de las rivalidades que se manifiestan en la contienda, señala un comentario de la AP este miércoles.

El Gobierno sirio ha denunciado en reiteradas ocasiones el apoyo de la administración de Recep Tayyip Erdogan a los grupos terroristas que operan en el norte de la nación árabe, con la ayuda logística y financiera de las autoridades norteamericanas, así como de Qatar, Arabia Saudita y otros aliados de Washington en la región.

PL