El domingo, Turquía intensificó su operación militar en el norte de Siria contra los milicianos kurdos del Partido de la Unión Democrática y de su rama militar, las Unidades de Protección del Pueblo.
El domingo, Turquía intensificó su operación militar en el norte de Siria contra los milicianos kurdos del Partido de la Unión Democrática (PYD) y de su rama militar, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Turquía considera como organizaciones “terroristas”. La aviación y la artillería del Ejército turco atacaron las posiciones de los milicianos kurdos y estos últimos llevaron a cabo, a su vez, acciones contra los militares turcos. Según diversas fuentes, los ataques turcos costaron la vida a 35 civiles y causaron decenas de heridos.
Los militares turcos y sus aliados del Ejército Sirio Libre (ESL) tomaron el control de media docena de pueblos donde estaban desplegadas anteriormente fuerzas kurdas.
Por su parte, las YPG atacaron las posiciones turcas situadas cerca de Yarabulus. Un militar turco resultó muerto y otros tres heridos por ataques con lanzagranadas de las milicias kurdas. Un tanque turco fue destruido por estas acciones y un depósito de municiones de los militantes apoyados por Turquía fue igualmente volado.
Turquía afirmó, por su parte, que 20 combatientes de las YPG murieron en los bombardeos, aunque los kurdos insisten que la mayoría de ellos eran civiles.
Según el diario Hürriyet, Turquía tiene desplegados 380 soldados y 50 tanques en Siria. El objetivo de estas tropas es el de impedir la creación de una franja de territorio controlada por los kurdos en Siria. Turquía se había venido alarmando en los últimos meses por los avances conseguidos por las milicias kurdas apoyadas por EEUU.
Ataque al aeropuerto de Diyarbakir
Paralelamente, cuatro cohetes fueron lanzados el sábado contra el aeropuerto de Diyarbakir, en el sudeste de Turquía, señaló la agencia Dogan, que atribuyó el ataque al PKK, la organización de kurdos turcos que lucha contra Ankara. En Julio de 2015, el gobierno de Erdogan, guiado por motivos puramente electorales, puso fin a una tregua de años y reavivó el conflicto contra el PKK, que ha provocado centenares de muertos este año.
Uno de los cohetes impactó contra un puesto policial fuera del salón VIP y los pasajeros y el personal del aeropuerto tuvieron que refugiarse en una terminal.
Este ataque tuvo lugar al día siguiente de un atentado con camión bomba que mató a 11 policías e hirió a 78 en Cizre, una ciudad de mayoría turca en el sudeste de Turquía.