Varias personas que participaron en operaciones de robo de armas del Ejército destinadas a ser vendidas a los insurgentes sirios han sido arrestadas en Líbano.
Varias personas que participaron en operaciones de robo de armas del Ejército destinadas a ser vendidas a los insurgentes sirios han sido arrestadas en Líbano.
Según el periódico libanés en lengua árabe Al Ajbar, la dirección de los servicios de inteligencia del Ejército ha detenido a dos soldados: uno encargado de vigilar el almacén de uno de los batallones de la Octava Brigada. Él ha sido identificado por sus iniciales K.H. El segundo detenido es un militar residente en la ciudad de Arsal de la Bekaa, que es sospechoso de haber robado una gran cantidad de armas y municiones para su reventa.
De acuerdo con la investigación, el número de armas robadas en el depósito del Ejército es superior a 90.
Mientras tanto, una docena de personas fueron detenidas en la Bekaa y Tarik-Yedid, un barrio de Beirut. Se sospecha que las armas iban a pasar de contrabando a los insurgentes en Siria.
Funcionarios de seguridad libaneses informan que los traficantes de armas libaneses que envían estas últimas a los insurgentes sirios se enfrentan a dificultades. Algunos de ellos han recibido advertencias de fuentes políticas y de seguridad ordenándoles que se abstengan de vender armas a aquellos que no son “políticamente correctos”. Mientras que otros han vendido todos sus stocks y no son capaces de abastecerse dado que el precio de las armas han llegado a niveles sin precedentes.
Algunos traficantes buscan otras formas de encontrar armas, incluso entre los partidos políticos aliados con Siria.