El cese el fuego en Siria en febrero sufrió por la negativa de los grupos armados “moderados” sirios a distanciarse del Frente al Nusra.

El cese el fuego en Siria en febrero sufrió por la negativa de los grupos armados “moderados” sirios a distanciarse del Frente al Nusra, un sanguinario grupo terrorista takfiri vinculado hasta recientemente a Al Qaida, de la que se separó sólo por razones oportunistas que no afectan a sus métodos o ideología. Ese alto el fuego permitió al Frente al Nusra fortalecerse y reaprovisionarse.

Se supone que esta nueva tregua en Siria, que continúa excluyendo al Frente al Nusra, debería ser diferente. EEUU ha pedido a los grupos “moderados” a los que apoya que corten sus vínculos con Al Nusra inmediatamente. Sin embargo, fuentes sirias señalan que no hay ningún signo hasta ahora de que esto vaya a ocurrir.

Durante el conflicto en Siria, estos grupos “moderados” han luchado codo a codo con el Frente al Nusra y se han negado a romper con este grupo, insistiendo que esto supone un “complot” ruso-norteamericano contra la rebelión. El gran cambio ahora es que EEUU ya no justifica esta actitud, al menos teóricamente, y está exigiendo la ruptura de estos grupos con Al Nusra o, en caso contrario, cesará su ayuda y apoyo a los mismos.

EEUU habría acordado, incluso, llevar ataques conjuntos con Rusia contra Al Nusra, cosa que hasta ahora no ha sucedido.

La razón por la que los rebeldes no quieren separarse de Al Nusra es que ellos comparten, en realidad, la misma ideología takfiri wahabí, como demuestra la actitud de los militantes del ESL contra soldados estadounidenses en la ciudad de Al Rai.

Además, los rebeldes “moderados” continúan violando el alto el fuego y Rusia ha pasado a EEUU detalles de tales violaciones, incluyendo el sitio, el tiempo y las armas utilizadas en ellas.