Las relaciones entre Manila y Washington continúan dominadas por las tensiones, señala el analista Joseph Santolan en un discurso publicado en el sitio wsws.org.
Las relaciones entre Manila y Washington continúan dominadas por las tensiones, señala el analista Joseph Santolan en un discurso publicado en el sitio wsws.org. Durante un discurso del ministro de Exteriores de Filipinas, Perfecto Yasay, en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS) de Washington, él dijo que Filipinas y no será más el “pequeño hermano moreno” de EEUU.
Las relaciones entre ambos países comenzaron a torcerse desde que el nuevo presidente filipino, Rodrigo Duterte, llegó al poder. Él está intentando expandir sus relaciones comerciales y diplomáticas con China e incluso ha planteado comprar armas a Rusia y China. Al mismo tiempo, él ha restado importancia a la disputa territorial con Pekín en el Mar de la China Meridional, un anatema para Washington que quiere alimentar tales tensiones entre China y Filipinas con el fin de mantener a este último país en la alianza que intenta formar en la región de Asia y el Pacífico con el fin de cercar a China.
La pasada semana Obama canceló un encuentro con Duterte durante la celebración de una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Laos con el fin de mostrar la irritación de la Administración norteamericana. La visita de Yasay a Washington no ha servido para aliviar la disputa.
Cuando una especialista en temas del Sudeste Asiático y antigua secretaria de Defensa adjunta de EEUU, Amy Searight, preguntó a Yasay sobre el tema de los derechos humanos en Filipinas, citando el creciente número de muertes extrajudiciales de narcotraficantes en ese país, Yasay respondió: “No vaya a Filipinas a sermonearnos... Nosotros podríamos sermonearles a Uds en el tema de los derechos humanos. No podemos ser ya más los hermanos pequeños morenos de EEUU”.
Yasay anunció también que Filipinas enviará a un enviado especial a China para negociar acuerdos comerciales y diplomáticos. El tema de la disputa territorial sobre el Mar de la China Meridional quedará descartado de las negociaciones.
Algunos medios norteamericanos han acusado al presidente Duterte, citando a uno de sus antiguos guardaespaldas, de matar personalmente a narcotraficantes con una metralleta entre los años 1988 y 2003 en Davao, cuando era alcalde de la ciudad, y de echar sus cuerpos a los cocodrilos. El viceportavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, ha señalado que “estas son acusaciones graves y las tomamos muy en serio”.