Sayyed Abdel Malik al Huthi tendió la mano a los habitantes de la Península Arábiga, especialmente aquellos que viven en zonas fronterizas.

El jefe del movimiento yemení Ansarulá pronunció el martes por la tarde uno de sus discursos más importante desde el inicio de la guerra saudí contra Yemen. Sayyed Abdel Malik al Huthi tendió la mano a los habitantes de la Península Arábiga, especialmente aquellos que viven en zonas fronterizas, y les ofreció su ayuda a fin de liberarse del régimen saudí, que les trata como ciudadanos de segunda clase.

Riad se tomará en serio el llamamiento de Al Huthi. Los temores de la familia real no se limitarán a las operaciones de respuesta yemeníes en las regiones fronterizas, sino a una sublevación de los propios saudíes.

El número uno de Ansarulá aseguró que “las fuerzas yemeníes no atacarán a la población de la Península Arábiga, en especial los habitantes de Yizan, Nayran y Assir porque vosotros estáis oprimidos”. Él precisó que el régimen saudí “ha destruido centenares de viviendas y granjas en estas regiones y trata allí a los habitantes como ciudadanos de segunda clase”.

Las provincias de Nayran y Yizan pertenecieron en su día a Yemen antes de ser entregadas a Arabia Saudí.

“En cuanto a los habitantes de la provincia del Este, ellos son tratados como ciudadanos de 10ª clase”, dijo Al Huthi. “Nosotros estamos dispuestos a echaros una mano para liberaros del régimen saudí”, dijo Al Huthi.

En otro plano, el jefe de Ansarulá evocó la decisión del presidente dimisionario (refugiado en Arabia Saudí), Abed Rabbo Mansur Hadi, de transferir el Banco Central de Yemen de Sanaa a Adén. “Se trata de un diktat estadounidense”, señaló. Él dijo que el dinero de ese banco era utilizado también por Hadi para pagar los sueldos de los mercenarios que luchan para la coalición saudí.