El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, pidió el miércoles que Siria y Rusia detuvieran inmediatamente los vuelos de todos los aviones de combate sirios y rusos.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, pidió el miércoles que Siria y Rusia detuvieran inmediatamente los vuelos de todos los aviones de combate sirios y rusos insistiendo en que no había otra forma de evitar una escalada en el conflicto.
Esto en la práctica supondría favorecer a los terroristas en Siria, que se verían libres de ataques aéreos que les causan un gran número de bajas y la destrucción de sus equipos militares e infraestructuras.
Kerry reaccionó también con irritación contra la petición del ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, para llevar a cabo una investigación independiente sobre el ataque el domingo a un convoy de la ONU con ayuda humanitaria.
EEUU ha declarado ya “culpables” a los sirios y los rusos de tal hecho, pese al desmentido de ambos de que tengan algo que ver con tal ataque, y prefiere ignorar evidencias como la presencia de un drone norteamericano cerca del convoy durante el bombardeo. La Casa Blanca ha insistido que es Rusia a quien hay que culpar, incluso si al final resulta, por las evidencias, que no lo hizo.
La propuesta de Kerry sobre los aviones es ciertamente bastante insolente después del ataque norteamericano del sábado en Deir Ezzor, que causó la muerte a 90 militares sirios. Ella, pues, recibió una pronta respuesta rusa. El viceministro de Exteriores ruso, Serguei Riabkov rechazó la propuesta de Kerry y dijo que era imposible que algo así funcionara.
Rusia y Siria han llevado a cabo desde el fin de la tregua fuertes ataques aéreos contra las posiciones de los terroristas en Alepo y otras zonas del país. Riabkov señaló que los grupos terroristas han demostrado, con sus más de 300 violaciones de la tregua, que la violencia es para ellos el único medio que funciona.