22-11-2024 12:00 PM Tiempo de Jerusalén

Sarkozy, el Presidente Más Impopular de la Historia de Francia

Sarkozy, el Presidente M&aacutes Impopular de la Historia de Francia

Un nuevo sondeo de opinión en Francia indica que Nicolas Sarkozy es visto como el presidente más impopular de la historia francesa.

Un nuevo sondeo de opinión en Francia indica que Nicolas Sarkozy es visto como el presidente más impopular de la historia francesa y el que cuenta con menos aceptación a menos de una semana antes de la primera ronda de las elecciones presidenciales en el país.

La encuesta para el diario Journal du Dimanche encontró que el 64% de los franceses desaprueba a Sarkozy, una cifra mucho más alta que el índice de desaprobación del 46% de Valerie Giscard d'Estaing, el último presidente francés que no pudo obtener un segundo mandato, en 1981.

Según las últimas encuestas, el principal rival de Sarkozy, el socialista François Hollande, ha aumentado su empuje en la primera ronda electoral y se predice que ganará en la segunda vuelta, el 6 de mayo, por una diferencia de entre 9 y 14 puntos.

La primera ronda del 2012 de las elecciones presidenciales francesas tendrá lugar el 22 de abril de 2012, con una segunda, si fuera necesario, el 6 de mayo.

Las medidas de austeridad de la derecha han contribuido a la caída en picado de la popularidad de Sarkozy.

Sarkozy planea aumentar impuestos sobre las ventas del 19,6% hasta el 21,2%, reducir los gastos de las nóminas que pagan los empleadores, restringir la inmigración legal, reformar la formación profesional y equilibrar el presupuesto para el año 2016.

También ha confirmado los planes para continuar reduciendo el tamaño del estado francés, principalmente no reemplazando a todos los funcionarios que se jubilan, y ahorrar 115.000 millones de euros a través de recortes y aumentos de impuestos.

Su rival Hollande ya ha publicado su plan de 60 puntos. Él está tratando de ganar los votos de los críticos de Sarkozy con planes para reducir la velocidad de los recortes, renegociar el pacto fiscal de la UE, fijar un límite a la subida de los carburantes e introducir un impuesto del 75% adicional sobre los ingresos más altos.