El embajador de Siria ante la ONU, Bashar el Yaafari, dijo que algunas regiones del Líbano se han convertido en un santuario de miembros de la organización terrorista Al Qaida y los Hermanos Musulmanes sirios.
El embajador de Siria ante la ONU, Bashar el Yaafari, dijo que algunas regiones del Líbano se han convertido en un santuario de miembros de la organización terrorista Al Qaida y los Hermanos Musulmanes sirios, que buscan atentar contra la seguridad de Siria y de sus ciudadanos y sabotear el Plan de paz de Annan.
En una carta dirigida a las Naciones Unidas y su secretario general, Ban Ki Moon, en nombre de su país, Yaafari dijo que “las oficinas de las organizaciones caritativas dirigidas por grupos salafíes y del Movimiento del Futuro en las zonas fronterizas con Siria se han convertido en refugio de los terroristas de Al Qaida y los Hermanos Musulmanes. Se infiltran en Siria, cometen sus atentados terroristas y luego regresan al Líbano para refugiarse en estas oficinas”, reveló.
“Los combatientes heridos son atendidos en hospitales y centros de salud pertenecientes al Movimiento del Futuro y que cuentan con la financiación de algunos países como Arabia Saudí y Qatar”, dijo.
En esta carta, el delegado sirio ante la ONU denuncia la presencia de “unos 50 terroristas en la región de Qalamun en Trípoli, bajo la dirección de Jalid el Tenk, Jalid Hamza y Zacchariya el Jauli. Estos últimos poseen tarjetas que tienen el sello de las Naciones Unidas y que utilizan para pasar a través de los puestos de control del Ejército libanés, llevando diferentes tipos de armas. Algunos terroristas facilitan la infiltración de estos últimos en el territorio sirio para cometer atentados”.
En esta carta, Yaafari también revela que se han establecido depósitos de armas en algunas zonas fronterizas en el norte del Líbano. “Esas armas llegan al Líbano de manera ilegal, ya sea a través del mar o de aparatos de ciertos países con el pretexto de llevar ayuda humanitaria al pueblo sirio”, dice en la carta, recordando los dos buques que llevaban armas y que fueron incautados en el puerto de Yunieh, en el norte del Líbano.
Bashar el Yaafari finalmente llamó a las Naciones Unidas a adoptar todas las medidas necesarias para poner fin a estas operaciones y pedir cuentas a todos los responsables, incluidos los países que suministran armas y facilitan la entrada de terroristas en Siria.