Un medio de comunicación libanés ha arrojado luz sobre el papel de Qatar en los recientes acontecimientos en el Líbano.
Un medio de comunicación libanés ha arrojado luz sobre el papel de Qatar en los recientes acontecimientos en el Líbano.
Citando una fuente cercana a la Coalición 8 de Marzo (hostil a Israel), Al-Yumhuriya (La República) señaló que antes del estallido de las protestas en Trípoli, tras la detención de Chadi Maulawi, ya se sabía bien que Qatar (junto con Arabia Saudí) estaba detrás del envío del barco Lutfallah2, cargado de armas, que fue interceptado por el Ejército libanés en abril pasado en la ciudad norteña de Trípoli. Sobre todo, porque en las cajas descubiertas estaba escrito “Ejército de Qatar”.
En lo que respecta al caso Maulawi, acusado por el Ejército de ser miembro de Al Qaida, resulta que él fue capturado en compañía de Abdul Aziz Atiyyé, que es el hermano del presidente del Consejo de Príncipes de Qatar, Jalifa Abu Atiyyé. Abdul Aziz está considerado como un financiador de la nebulosa de Al Qaida en el Líbano y Siria.
Qatar presionó directamente al gobierno libanés, amenazando con retirar a sus ciudadanos de Líbano, si Attiyé no era puesto en libertad, y obtuvo un éxito cuando el primer ministro libanés Nayib Miqati pidió directamente al Fiscal General, Said Mirza, que pusiera en libertad al qatarí citando su “crítico estado de salud”.
También según dicha fuente, Doha busca el retorno de los elementos de Al Qaida que escaparon del campamento de refugiados palestinos de Ein el Hilweh, localizado en Sidón, en el sur del país, que habían viajado a Siria con la misión de entrenar a insurgentes allí en la elaboración de cargas explosivas a cambio de dinero. Éste es el grupo que luchó contra el Ejército libanés en Nahr al-Bared, en el norte.
La acusación principal de los servicios de inteligencia del ejército libanés contra Maulawi es que actúa como un vínculo entre Attiyé y los insurgentes sirios que recibieron el dinero. Él confesó haber comprado armas y haberlas transportado a Siria. También admitió haberse reunido con el jordano Abdel Malek responsable de distribuir el dinero a los miembros de Al Qaida en el Líbano y que habría llevado a cabo tal misión, por orden de Atiyyé en persona.
Para Qatar, Líbano forma ya parte de su ámbito de actuación desde que, gracias al acuerdo de Doha de 2008, se consagró como un actor clave en el escenario político libanés, al actuar como mediador entre los partidos libaneses. Desde el estallido de la crisis de Siria, Qatar considera al Líbano en general y a Tripoli en particular como el portal estratégico de entrada en Siria.
Su acercamiento a la cuestión siria persigue los siguientes objetivos: deshacerse del eje de la resistencia en el mundo árabe y llevar a Siria al eje de los subordinados a Occidente, defender a los regímenes ya sumisos a Occidente e impedir todo ataque contra los mismos.