El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados de México ha denunciado la existencia de una hambruna en siete estados del país.

El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados de México ha denunciado la existencia de una hambruna en siete estados del país -Durango, Zacatecas, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Oaxaca y Guerrero, principalmente-, donde 30 millones de personas sufren una severa pobreza.

El presidente de la Comisión de la Reforma Agraria, Óscar García Barrón, dijo que el 87% de estos mexicanos afectados, es decir 26 millones, viven en el campo y se enfrentan a una pobreza alimentaria, patrimonial y económica y a una carencia de atención sanitaria, educativa y, sobre todo, de empleo. Él advirtió además que en 2012 “el país se enfrentará nuevamente a sequías prolongadas y a heladas atípicas en el norte, lo que afectará, como ocurrió este año, a las cosechas de granos y a la producción ganadera”, agregó. “La pobreza en el campo crece cada vez más hasta el grado de que hay brotes de hambruna en varios estados del país, que amenazan con extenderse el próximo año si no se toman las medidas correspondientes”, alertó.

A esto hay que añadir que cada año y a pesar de sus necesidades, el sector rural se enfrenta a la reducción en la asignación de recursos en el Presupuesto de Gastos del Ejecutivo federal, dijo.

“Hemos visto cómo el gobierno tiene un carácter elitista y sólo beneficia al sector empresarial; por supuesto que reconocemos que es necesario apoyar a la industria y a las empresas, pero no hay que olvidar que es en el campo donde se genera el primer eslabón de la cadena productiva que son los alimentos”, añadió. “Las autoridades se preocupan más por brindar seguridad a la población de las grandes ciudades, olvidándose del medio rural y dejándolo en manos de los criminales”, aseguró.

Por su parte, Édgar Rivera Cornejo, dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), ha confirmado que el Estado de Zacatecas, situado en el norte del país, ha sufrido la peor sequía de los últimos 70 años y ya hay familias que sufren de hambruna, por lo que llamó a los responsables del Gobierno del Estado a pedir más recursos económicos al Gobierno Federal. Él denunció que estos responsables, con la excepción del gobernador Miguel Alonso, no visitan las zonas rurales ni se preocupan de su bienestar.

“Necesitamos ver a todos los funcionarios metidos en el campo, dándonos respuestas”, denunció Édgar Rivera, que advirtió también que si esta desatención continúa “los productores agrícolas y de autoconsumo evidentemente pueden realizar protestas, ya que tienen el derecho natural a levantar la voz por sus familias”.

La sequía ha dejado pérdidas en más de 50% de los cultivos sembrados en México y ha causado la muerte a 450.000 cabezas de ganado en el país. En Zacatecas se han producido cerca de 100.000 muertes de reses, mientras que “el 50 por ciento del ganado está famélico”. En este sentido, Rivera pidió que 2012 no se convierta en una tragedia nacional.

En otras partes del país la hambruna ya acecha también por la escasez de maíz, señaló el representante del Consejo de Abasto en el Estado de San Luis de Potosí, Francisco Corona Martínez. En más de 3.500 municipios de los estados de Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí ya se está racionando la entrega de maíz y las familias están padeciendo hambre, denunciaron los representantes del Consejo, quienes advirtieron de la posibilidad de que se genere un estallido social.

Por su parte Homero Rangel Agustince, representante estatal del Consejo de Abasto de Nuevo León, dijo que esta problemática que han enfrentado por meses ya ha sido expuesta a las diversas autoridades competentes, pero éstas no han hecho nada y el hambre en las comunidades continúa. “Estamos hartos de padecer de hambre por la falta de atención de las autoridades, quienes sólo provocarán que el pueblo se levante en armas”, manifestó Rangel al diario Pulso.

Esta crisis alimentaria tiene lugar además en un momento en el que los indicadores macroeconómicos hablan de un crecimiento mayor de la economía mexicana. Según la agencia Reuters, el PIB mexicano subió un 4.5% en el tercer trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el salario medio de los trabajdores mexicanos es sólo de unos 8.000 pesos al mes y en términos de poder adquisitivo ellos son ahora los más bajos de América Latina, según el diario mexicano La Jornada.

Escalada de precios de los alimentos

Esta situación tiene lugar además en un contexto de fuerte crecimiento de precios de los alimentos en toda América Latina. Esta escalada de precios experimentada en los últimos meses por los productos básicos, especialmente agrícolas, minerales y energéticos, ha levantado la voz de alarma de varias organizaciones internacionales, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), que denunció en un informe el pasado mes de mayo que los precios de los alimentos habían experimentado subidas de alrededor de 30% entre junio y diciembre de 2010, marcando un nuevo máximo en enero de 2011. En el caso del trigo y maíz, dos productos básicos en la alimentación de los latinoamericanos, dichas subidas fueron del 94% y 64% respectivamente entre junio y diciembre de 2010.

En 2011, América Latina afronta un nuevo nivel histórico de los precios de los alimentos, superior al de los últimos treinta años, que podría llevar a aquellos a costar alrededor de un 40 % más que en 2007. Este incremento agravará el hambre y la desnutrición, que en el 2010 afectaban ya a 52.5 millones de latinoamericanos.

Otro informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), publicado en octubre, advierte que la extrema pobreza afecta a un 15% de los latinoamericanos. El informe advierte también que el 50% de la población de la región vive cerca del margen de la extrema pobreza. Estos factores se agravan, según la CEPAL, por la incapacidad de millones de latinoamericanos que viven en las zonas rurales de acceder a la propiedad de la tierra y a una educación suficiente que les permita competir con éxito en el mercado de trabajo.

Otro problema es la creciente desigualdad entre ricos y pobres que se da en toda América Latina en un mayor o menor grado. En este sentido, dos tercios de la riqueza generada en los países latinoamericanos acaban en manos de las grandes compañías, que se benefician de unos bajos impuestos en la región, mientras que el tercio que recibe la generalidad de la población tiende a reducirse cada día más.