Los Hermanos Musulmanes llamaron el viernes a los egipcios a apoyar a su candidato, Mohamed Morsi, en la segunda ronda de las elecciones presidenciales para “salvar la revolución”.

Los Hermanos Musulmanes llamaron el viernes a los egipcios a apoyar a su candidato, Mohamed Morsi, en la segunda ronda de las elecciones presidenciales para “salvar la revolución”, que sería puesta en peligro por la posible victoria de Ahmad Shafiq, el último primer ministro del régimen de Mubarak.

Los HHMM señalaron que, dadas las “cifras completas” de la primera vuelta, estaba “absolutamente claro” que los dos hombres disputarían la segunda vuelta el 16 y 17 de junio. La organización añadió que el señor Morsi había recogido el 25,59% de los votos y Shafiq el 25,05%. Los resultados oficiales definitivos se esperan para el domingo.

Un alto líder de los HHMM, Essam el-Erian, criticó duramente a Shafiq el viernes por la noche, diciendo en una conferencia de prensa que su elección “pondría en peligro a la nación”.

“La revolución está en peligro. Necesitamos un país democrático. Shafiq está en contra de la democracia”, dijo Erian a AFP.

Él dijo que Morsi había hecho un llamamiento a los candidatos eliminados en la primera ronda para que le ayudaran a “salvar la revolución”, refiriéndose a la caída del régimen de Mubarak en febrero de 2011.

Un portavoz del equipo de campaña de Shafiq, Karim Salem, negó que su candidato estuviera amenazando los objetivos de la revolución.

“No es así. La época (Mubarak) ya ha pasado. La política ha cambiado. Egipto ha entrado en la democracia”, dijo.

La mayor sorpresa de las elecciones fue la derrota de los candidatos favoritos, el ex jefe de la Liga Árabe, Amro Musa, y el islamista independiente Abdel Moneim Abul Futuh. Abul Futuh ha manifestado ahora que desea impedir la victoria de Shafiq.

El ex primer ministro de Mubarak es odiado por los partidarios de la revolución, porque su eventual victoria significaría un fuerte golpe a sus ideales.

Shafiq, que fuera jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, es considerado por muchos como el candidato de los partidarios del antiguo régimen y de los militares, en el poder desde la caída de Mubarak.