El conflicto diplomático entre Moscú y el embajador de EEUU continúa en medio de la obstinación de este último para hacer campaña en contra de la política rusa en la Federación Rusa.
El conflicto diplomático entre Moscú y el embajador de EEUU continúa en medio de la obstinación de este último para hacer campaña en contra de la política rusa en el corazón de la Federación Rusa.
Al igual que sus homólogos, especialmente en los países del Tercer Mundo, que hacen y deshacen a su antojo, sin ser molestados, a Michael McFaul no le importa ser convocado por los funcionarios rusos, ni tampoco sus disputas con los medios de comunicación rusos.
La más reciente de sus irregularidades tuvo lugar el pasado viernes 25 de mayo, cuando acudió en persona a la Escuela Superior de Economía de Moscú para decirles a los estudiantes que su gobierno había “sobornado a Kirguistán” para que este país de Asia Central “expulsara” a los militares de EEUU de su base, situada en el Aeropuerto Internacional de Manas (Bishkek). También señaló que su país también había propuesto una cantidad económica (a Kirguistán), pero ésta era “diez veces menor” que la ofrecida por Rusia.
Inmediatamente el lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso denunció las declaraciones, diciendo que habían “violado las reglas del protocolo diplomático” y “tergiversado algunos aspectos de las relaciomes ruso-estadounidenses.” Asimismo, recordó que no era la primera vez que los excesos verbales del embajador de EEUU “habían generado una gran sorpresa.”
Al día siguiente, la portavoz del Departamento de EEUU subió a la palestra para dar su pleno apoyo al diplomático. En lugar de llamarle al orden, Victoria Nuland respondió a la queja rusa diciendo que Moscú debe acostumbrarse a lo que denominó “franqueza” de su diplomático.
“El Sr. McFaul es uno de los arquitectos del impulso de (las relaciones ruso-estadounidenses), del cual él comprende los beneficios. En este contexto, le consideramos un muy buen embajador. Él dice lo que piensa sin rodeos. No es un diplomático de carrera. Y creo que el gobierno ruso tendrá que acostumbrarse a su forma de expresarse con claridad, cuando todo va bien e incluso cuando las cosas no van tan bien”, dijo Nuland dijo a la prensa.
Y para justificar los excesos de su enviado, la portavoz de EEUU argumentó: “Los diplomáticos de carrera han aprendido a ocultar sus ideas, mientras que McFaul dice con franqueza lo que piensa.”
Las autoridades rusas no han aceptado, sin embargo, esta explicación norteamericana: “Moscú no tiene la intención de tolerar las declaraciones inapropiadas del embajador de EEUU, Michael McFaul, y considera su falta profesionalidad como peligrosa”, dijo el miércoles un diplomático ruso a RIA Novosti bajo la cobertura del anonimato.
“Los estadounidenses no deben esperar que el gobierno de un estado soberano se acostumbre a las declaraciones inapropiadas del jefe de una misión diplomática que se jacta además de hacer su debut en la profesión”, señaló el diplomático.
“En lugar de tratar de justificar los errores del señor McFaul, el Departamento de Estado debería recomendarle que considere que la idea de que la falta de profesionalidad es peligrosa e inaceptable en la diplomacia”, dijo el diplomático ruso.
Cabe señalar que las autoridades rusas, así como numerosos medios de comunicación mantienen una vigilancia sobre el diplomático estadounidense, sus viajes y reuniones, y en especial sus estrechos vínculos con la oposición rusa y algunas ONGs hostiles a la mayoría gubernamental. Ellos no parecen tomar en serio sus pretensiones de que busca promover las relaciones ruso-estadounidenses y temen que sus actividades estén dirigidas a incitar a ciertos sectores de la sociedad rusa a la rebelión en contra de la mayoría y en particular del presidente ruso, Vladimir Putin.
Pero hasta ahora, sus protestas no han logrado que el embajador guarde las debidas consideraciones. Ellos tal vez deberían tratar de responder ordenando el embajador ruso en EEUU que comience también a expresarse “con franqueza”.