China ha detenido a un funcionario de seguridad bajo la sospecha de espiar y pasar información gubernamental secreta a EEUU.
China ha detenido a un funcionario de seguridad bajo la sospecha de espiar y pasar información gubernamental secreta a EEUU.
El funcionario fue secretario personal de un viceministro en el Ministerio de Seguridad del Estado, la principal agencia de inteligencia de China, según la revista New Way, publicada en Hong Kong.
“Lo que es increíble es que la persona involucrada en este caso de espionaje sea el secretario de un vice-ministro que se encarga de los secretos más importantes de China, lo que significa que todos los documentos confidenciales enviados a la mesa del viceministro pasaban primero por él”, señala un reportaje de la revista.
Si el acto de espionaje es probado, sería un tercer golpe a las relaciones diplomáticas chino-estadounidenses en los últimos meses.
Tanto Pekín y Washington guardan silencio sobre el caso. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, se negó a comentar sobre el informe durante su visita a Noruega el viernes.
Según la prensa china local, así como Reuters, el funcionario chino, cuyo nombre no ha sido mencionado en los informes, fue reclutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) después de que “cayó en una trampa con una mujer” que trabajaba para la agencia de espionaje estadounidense.
Él fue chantajeado para que aceptara pasar información secreta de China a EEUU después de haber sido fotografiado con la mujer, señalan los informes.
Su arresto se llevó a cabo en algún momento entre enero y marzo de 2012.
Las relaciones diplomáticas entre China y EEUU han sido tensas en los últimos meses.
Jefe del Partido Comunista de China en la ciudad de Chongqing, Bo Xilai, fue expulsado de su cargo en marzo, después el jefe policial de la ciudad se refugiara en el consulado de EEUU de la ciudad de Chengdu, en la provincia de Sichuan.
Por otra parte, el activista pro-derechos humanos chino ciego Chen Guangcheng causó un revuelo diplomático el mes pasado cuando se refugió en la Embajada de EEUU en Pekín después de escapar de su arresto domiciliario. Más tarde, se trasladó a EEUU.
Pekín ha exigido a Washington que se excuse por ayudar a escapar al activista. Sin embargo, Washington se ha negado a emitir una disculpa.