La revolución egipcia ha entrado en un período particularmente oscuro tras la decisión del Tribunal Constitucional, controlado por la junta militar en el poder, de anular las elecciones legislativas.
La revolución egipcia ha entrado en un período particularmente oscuro tras la decisión del Tribunal Constitucional, controlado por la junta militar en el poder, de anular las elecciones legislativas. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) llevado a cabo un golpe de estado blando, con la cobertura constitucional, relanzando las tensiones a dos días de las elecciones presidenciales.
Al mismo tiempo, el Tribunal Constitucional ha mantenido la polémica candidatura del último primer ministro de (el derrocado presidente Hosni) Mubarak, Ahmad Shafiq, en las elecciones presidenciales durante las cuales habrá de hacer frente a Mohammed Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes.
En un veredicto esperado, el tribunal declaró ilegales las condiciones para la elección de todos los miembros del Parlamento. Los resultados de aquellas elecciones dieron la victoria a los Hermanos Musulmanes, con casi la mitad de los votos, y a los salafíes con el 25%.
Según fuentes militares, el CSFA, que ha gobernado el país desde la caída de Mubarak en febrero de 2011, podría anunciar que va a asumir el poder legislativo inmediatamente después de la decisión del tribunal.
El anuncio de estos veredictos del tribunal dio lugar a una situación tensa, como lo demuestra la decisión del gobierno, nombrado por los militares, anunciada el miércoles de que la policía militar y los servicios de inteligencia del Ejército tendrán el poder de arrestar a civiles.
La tensión política también ha aumentado después de la sentencia el 2 de junio en el juicio de Mubarak y varios de sus familiares, considerada demasiado indulgente por muchos egipcios.
Mubarak fue condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante el levantamiento contra su régimen el año pasado. Sin embargo, seis altos responsables de la policía fueron absueltos, y todos los cargos de corrupción contra Mubarak y sus hijos Gamal y Alaa fueron declarados prescritos.
Golpe de estado
Un importante líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagui, denunció un verdadero “golpe de Estado” en referencia a la decisión de ese tribunal de anular las elecciones legislativas e invalidar una ley dirigida a prohibir la participación en política a antiguos responsables del régimen de Mubarak, incluyendo a Ahmad Shafiq.
La decisión del tribunal es un “golpe total a través del cual el Consejo Militar ha borrado período más honorable en la historia de nuestra patria”, dijo Mohamed Beltagui en la página de Facebook de los Hermanos Musulmanes.
De acuerdo a este diputado y dirigente del Partido por la Libertad y la Justicia (PLJ), el brazo político de los Hermanos Musulmanes, el “golpe de Estado comenzó con la absolución de los altos funcionarios de seguridad en el juicio de Mubarak” el 2 de junio, en referencia a las personas procesadas por la muerte de más de 800 manifestantes durante el levantamiento contra el régimen anterior a principios de 2011.
“El golpe finalizó a dos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras la invalidación de la ley conocida como “de aislamiento político”, lo que permitió a Ahmad Shafiq, el último primer ministro de Hosni Mubarak, seguir en la carrera por la presidencia,” añadió.
Shafiq se enfrenta el sábado y el domingo en la segunda ronda con el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Morsi, en un duelo crucial para la dirección política del país casi un año y medio después de la caída de Mubarak.