La votación de mañana en el comité internacional del Senado estadounidense sobre la "ley Magnitsky" es vista hoy aquí como un gesto abiertamente antirruso y nocivo para el desarrollo de los nexos bilaterales.
La votación de mañana en el comité internacional del Senado estadounidense sobre la "ley Magnitsky" es vista hoy aquí como un gesto abiertamente antirruso y nocivo para el desarrollo de los nexos bilaterales.
El proyecto del senador Benjamín Cardin para una interpretación ampliada a la referida ley busca asegurarle a Washington una vía para aplicar limitaciones a Rusia cuando el país norteño no este satisfecho con sus acciones en política exterior, comentó una fuente del Kremlin.
La mencionada ley está relacionada con el caso del abogado Serguei Magnitsky, quien trabajaba para el fondo Hermitage Capital Manegment y murió en noviembre de 2009, a causas de enfermedades crónicas en una cárcel preventiva capitalina.
Magnitsky fue acusado de evasión fiscal, aunque la prensa rusa considera que había descubierto un esquema de corrupción de los órganos judiciales.
Cardin propuso una lista de funcionarios rusos, cuyos nombres se niega a revelar, a los cuales se les debe prohibir el acceso al país norteño y congelársele las cuentas bancarias en EEUU.
Más aún, ahora la propuesta senatorial pretende ampliar la aplicación de la ley a los casos, cuando Washington considere existió un hecho de irrespeto de los derechos humanos, destaca la prensa rusa.
En ese sentido, el ayudante del presidente ruso Yuri Ushakov advirtió que su país pondrá en práctica medidas drásticas en caso de la aprobación de la mencionada legislación.
Además, rechazó los intentos de vincular la aprobación de la denominada ley Magnitsky a la eliminación oficial de la enmienda Jackson Venic, que limita la actividad comercial con EEUU, aunque desde 1989 se mantiene una moratoria sobre ella.
Al igual que la Enmienda Jackson-Venic presionó negativamente durante años las relaciones bilaterales, la ley Magnitsky también introduce otro elemento nocivo permanente para esos nexos, declaró Ushakov.
Por su lado, el plenipotenciario ruso para los derechos humanos, Konstantin Dolgov, recordó a Washington los casos del empresario Viktor But y de expiloto Konstantin Yaroshenko, juzgados en EEUU en juicios con pruebas puestas en duda por Moscú.
Dolgov denunció también la precaria situación de varios niños rusos adoptados por familias norteamericanas.