The Sunday Times aseguró que el flujo de los que se hacen llamar yihadistas a Siria, incrementó los actos de violencia que han obligado a la Misión de Observadores Internacionales a suspender su labor en el país.
La corresponsal del diario británico The Sunday Times, Hala Jaber, aseguró que el flujo de los que se hacen llamar “yihadistas” a Siria, incrementó los actos de violencia que han obligado a la Misión de Observadores Internacionales a suspender su labor en el país.
La corresponsal, en un informe suyo publicado en citado periódico, dijo que “muchos de estos combatientes extranjeros que han cruzado las fronteras hacia Siria para luchar contra su Gobierno, son salafíes extremistas que creen en el implacable compromiso de atacar a todo aquel que consideren hostil a su fe.”
El articulo hace hincapié en que el numero de “yihadistas” en Siria aumentó significativamente luego de que afluyeron al país combatientes venidos del Líbano, Túnez, Argelia, Libia, Arabia Saudí, Egipto, Jordania y Kuwait, que respondieron a las fatuas que emiten autoridades religiosas en Arabia Saudí y otros países.
La corresponsal del Sunday Times aludió a la muerte y captura en Siria de decenas de quienes se autodenominan “yihadistas”, entre los que hay dos británicos de origen argelino, algunos de los cuales se identifican con la ideología de Al Qaida.
Jaber reseñó que nadie tenía idea de la presencia de estos “yihadistas” en Siria antes de que se conocieran sus muertes, dando el ejemplo de una familia tunecina que recibió un mensaje donde se le informaba que su hijo había fallecido en Siria, cuando en realidad lo creían estudiando en Libia.
En el informe se hace mención a un tal jeque llamado Said Eddin Gueiya, del norte del Líbano, de 50 años, quien practica sus creencias del “yihad” dentro de lo que él y sus compañeros denominan “una guerra santa” contra el Gobierno sirio. Jaber relata cómo el tal Gueiya cruza el río todas las madrugadas hacia el territorio sirio, ataviado de campesino, para unirse a sus otros compañeros “yihadistas” y llevar a cabo actos terroristas.
“Y al anochecer, dice la periodista, el jeque disfrazado de campesino regresa sigiloso a su casa en el norte del Líbano luego de enterrar sus armas dentro del territorio sirio, para cogerlas de nuevo a la otra mañana”.
Jaber dijo que el “yihad” para el jeque Guayia es una cuestión de rutina, pues ya había sido militante de Al Qaida en Afganistán e Iraq.