El presidente ecuatoriano anunció que su gobierno desconocerá al nuevo gobierno golpista en Paraguay e invocó a la Cláusula Democrática de la Unión de Naciones Suramericanas para aplicar enérgicas sanciones.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció hoy que su gobierno desconocerá al nuevo gobierno golpista en Paraguay e invocó a la Cláusula Democrática de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para aplicar enérgicas sanciones.
En declaraciones para la televisión nacional, Correa subrayó que lo ocurrido en Paraguay va más allá de ese país y atenta contra la democracia en toda Nuestra América, al romper el orden democrático que se basa no sólo en la legalidad sino en la legitimidad.
Lo que ha ocurrido en Paraguay al destituir al presidente constitucional Fernando Lugo en un juicio político relámpago en el Congreso es totalmente ilegítimo, enfatizó y dijo que la historia sabrá determinar a los responsables de esta situación.
Coincidió con la presidenta de Brasil, Dilma Rousself, al invocar la cláusula democrática firmada por ocho presidentes de la región, que obliga a sus gobiernos a sancionar al nuevo gobierno paraguayo, desconocerlo, y hasta cerrar fronteras.
"El gobierno de Ecuador no reconocerá otro presidente de Paraguay que no sea el presidente Fernando Lugo", recalcó Correa. "Nos ratificamos, dijo, en no reconocer al nuevo gobierno paraguayo por ser ilegítimo, y no vamos a ser cómplices de actuaciones antidemocráticas".
"Para qué tenemos Unasur, para qué estamos en un proceso integracionista. En estos problemas tan graves no podemos quedarnos con los brazos cruzados", afirmó
La Carta Democrática de la Unasur establece sanciones en caso de ruptura del orden democrático, de una violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vigencia de los valores o principios democráticos.
"Ojalá entendamos la gravedad del asunto. Estas prácticas se están superando en América Latina, lo vivió Ecuador. Aquí, pese al rechazo que toda la vida he tenido a esa clase de gente que ha sepultado al país en función de sus ambiciones", agregó Correa.
Recuerden, añadió Correa, que en 1997 por 44 votos se declaró loco a un presidente y se le sacó del poder. De ahí empezó toda la inestabilidad de los últimos 10 años hasta antes de nuestro gobierno. Esto es muy peligroso, puede sentar un precedente nefasto para la región y volvernos a los tiempos en que, con cualquier conspiración, se destituía a presidentes legítimamente electos, advirtió el mandatario ecuatoriano.