Leila Ben Ali, esposa del ex dictador tunecino, aspira a una justicia equitativa en su país y ha transmitido un mensaje de su marido, en el que éste pide que los tunecinos sean justos con él por los logros que consiguió.
Leila Ben Ali, esposa del ex dictador tunecino, aspira a una “justicia equitativa” en su país y ha transmitido un mensaje de su marido, en el que éste pide que los tunecinos “sean justos con él” por “los logros que consiguió”, en una entrevista publicada el domingo en el diario francés Le Parisien.
En esta entrevista, la primera otorgada desde su precipitada salida de Túnez junto con el presidente Zin El Abidin Ben Ali el 14 de enero 2011 debido a una revolución popular, ella pide “perdón” por los “posibles errores”, mientras rechaza con firmeza todos los cargos contra ella.
“Yo no me metía en la política. Yo dedicaba mis días a las obras caritativas y sociales. Además de eso, me aseguré de ayudar a mi familia a vivir mejor. Eso es cierto”, dijo.
“Yo quería hacerlo bien. Si he obrado mal con alguien, pido perdón”, afirmó la ex primera dama.
Como lo hizo en su libro “Mi Verdad”, publicado en Francia a finales de junio, ella denunció una “conspiración” militar que habría conducido a la caída de Ben Ali y dijo estar dispuesta a hacer frente a la justicia de su país con ciertas condiciones.
“Por ahora, sólo hay odio y la venganza”, dijo, añadiendo que su familia, “considerada culpable a causa de su nombre”, tiene “derecho a un juicio justo.”
Leila Trabelsi Ben Ali ya fue condenada en rebeldía a 35 años de prisión por un tribunal de Túnez por malversación de fondos en junio de 2011 y a 15 años más por posesión de armas, estupefacientes y piezas arqueológicas robadas, un mes después.
Condenado por los mismos hechos, el ex presidente también fue juzgado por su responsabilidad en la sangrienta represión de las manifestaciones en enero de 2011 y ha sido condenado a cadena perpetua.
Él también ha respondido a estas sentencias con “una declaración” que hizo leer a su esposa: “Lamento que se haya olvidado que, desde hace 23 años, el Estado bajo mi dirección mejoró significativamente el nivel de vida de cada persona e hizo de Túnez una nación moderna (...). Espero que mis paisanos me hagan justicia, recordando el camino que recorrimos juntos”, dijo.
Por cierto, Leila Ben Ali también arregla cuentas con los líderes franceses: “Ellos siempre nos apoyaron”, señaló, hablando de los ex presidentes Jacques Chirac, que siempre preguntaba cómo hacía Túnez “para tener una economía próspera con tan pocos recursos naturales”, y Nicolas Sarkozy, “que nos elogiaba tanto”, pero del que dijo estar “decepcionada” por no haberles apoyado el 14 de enero.
“El único que nos apoyó hasta el final fue Frédéric Mitterrand”, el ex ministro de Cultura francés, autor de varios documentales sobre Túnez, país con el que ha mantenido desde hace muchos años una fuerte relación.