El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí ha reaccionado vivamente en contra de la creación por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU de una comisión de investigación sobre los asentamientos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí ha reaccionado vivamente en contra de la creación por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU de una comisión de investigación sobre los asentamientos.
Según el Ministerio israelí de “esto es una nueva manifestación flagrante de la forma en que la CDH apunta con el dedo a Israel adoptando una actitud sesgada, característica de las relaciones del organismo con este país”.
El comunicado dijo que “Israel no cooperará con la misión y a sus miembros no se les permitirá entrar en Israel y los territorios palestinos.”
El viernes un comunicado del ministerio israelí denunció “una focalización desproporcionada por parte del Consejo de Derechos Humanos en Israel”.
De acuerdo con este comunicado de prensa israelí, la suspensión de las relaciones de Israel con el Comité de Derechos Humanos en marzo fue “un llamamiento a las naciones democráticas para que denuncien la grave corrupción del Consejo de Derechos Humanos y no permitan más que pisotee los derechos humanos”.
“No obstruyan la investigación”
“Permítanme reiterar la petición del Consejo a Israel... No obstruyan la investigación y cooperen plenamente con la misión”, señaló, sin embargo, la presidenta del Consejo de Derechos Humanos, Laura Dupuy Lasserre.
“La misión, compuesta exclusivamente por mujeres, es responsable de la recopilación de pruebas para medir el impacto de los asentamientos en las libertades civiles, políticas, económicas, sociales y culturales de los palestinos en los territorios ocupados, incluida Jerusalén Este”, dijo la señora Lasserre.
La misión incluye a la jueza francesa Christine Chanet, Unity Dow de Botswana y Asma Jahangir de Pakistán.
“Todas ellas tienen la reputación de hacer un trabajo imparcial, independiente y objetivo de muy buena calidad,” dijo la presidenta del CDH.
En el año 2011 había al menos 3.500 edificios en construcción en los ilegales asentamientos israelíes situados en los territorios palestinos, sin incluir los asentamientos en la Jerusalén Este ocupada, de acuerdo con el Relator de la ONU Richard Falk, un experto en derechos humanos en los territorios palestinos.