Según fuentes mediáticas libanesas, Hezbolá ha descubierto recientemente una red de espionaje que trabajaba para el Mossad en el Suburbio del Sur de Beirut y que se componía de tres personas.
Según fuentes mediáticas libanesas, el aparato de contraespionaje de Hezbolá ha descubierto recientemente una red de espionaje que trabajaba para el Mossad en el Suburbio del Sur de Beirut y que se componía de tres personas.
Aunque Hezbolá no emitió ninguna declaración sobre el desmantelamiento de esta red, según los servicios de información citados por el periódico libanés An Nahar, el aparato de seguridad de Hezbolá llevó a cabo largas investigaciones e interrogatorios con los tres detenidos, así como con otros miembros de sus familias.
Los tres detenidos confesaron trabajar para los servicios de inteligencia israelíes, el Mossad, durante varios años: ellos tenían como misión la de espiar a Hezbolá y reunir informaciones sobre las actividades y movimientos de ciertos dirigentes del partido.
En un artículo publicado por Al Nahar el lunes se dice que los tres agentes, llamados “G.G.”, “M.S.” y “M.H.”, formaron una célula para espiar a Hezbolá en el Suburbio del Sur. Ellos no son miembros del partido, pero mantenían vínculos estrechos con algunos cuadros del partido.
El periódico describió a “M.H.” como el más peligroso de la red, teniendo en cuenta que vivió en Francia después de residir dos años en la capital ucraniana, Kiev, donde dirigió una red de tráfico de seres humanos, concretamente de libaneses, palestinos e iraquíes que deseaban entrar irse a Europa, especialmente a Alemania.
Los hombres pasaban a través de Polonia, en cooperación con contrabandistas ucranianos, a los que pagaban 5.000 dólares por cada persona que querían hacer entrar en Alemania o Polonia.
Después de un corto período de tiempo pasado en Beirut, él viajó a París, donde, según sus amigos, la policía francesa le detuvo durante dos años acusado de contrabando.
Pero resultó que, según otras fuentes, M. H. no fue detenido en realidad, sino que siguió allí un curso de formación de un servicio de inteligencia occidental, que le había invitado a observar los movimientos de un responsable de Hezbolá en un apartamento cercano al suyo y con el que había mantenido una gran amistad.
Téngase en cuenta que el dirigente en cuestión representa la primera generación de cuadros del partido y reside en el distrito de Boury Brayné, y, según los servicios de inteligencia occidentales, estaría involucrado en las operaciones llevadas a cabo en Beirut en la década de los ochenta del pasado siglo en contra de los intereses de un país importante.
El diario dijo que “la misión de M.H. era el de citar a dicho responsable en un lugar donde le esperarían varias personas que cooperaban con el servicio de inteligencia occidental mencionado para arrestarle y llevarle a un lugar seguro”.