El Tribunal Superior Constitucional (HCC) de Egipto contraatacó el martes mediante la suspensión de la restauración del Parlamento ordenada por el presidente Mohamed Mursi.
El Tribunal Superior Constitucional (HCC) de Egipto contraatacó el martes mediante la suspensión de la restauración del Parlamento ordenada por el presidente Mohamed Mursi, que mantiene un enfrentamiento con el Ejército y la Justicia, cuyas figuras más relevantes fueron designadas en los tiempos de Mubarak.
“El tribunal también ordenó que su decisión anterior (que invalidaba la elección y declaraba ilegal el Parlamento) se aplicara”, dijo una fuente judicial.
Los abogados de Mursi denunciaron inmediatamente lo que calificaron de decisión “política”, afirmando que temían que ésta complique aún más la crisis en el país.
“Esta sentencia es nula y sin efecto”, declaró uno de ellos, Abdel Moneim Abdel Makssud, en una declaración a la prensa.
Mientras tanto, decenas de miles de personas se congregaron en la Plaza Tahrir, emblemática en El Cairo, para mostrar su apoyo a Mursi. Allí, corearon lemas contra el Ejército, al que Hosni Mubarak, expulsado del poder por una serie de grandes protestas en febrero de 2011, entregó las riendas del país.
Apelan la disolución del Parlamento ante el Tribunal de Casación
La decisión del Tribunal Constitucional se produjo horas después de la reunión de la Asamblea Popular. Ésta se llevó a cabo en la mañana del martes en abierto desafío al Ejército y la Justicia.
El presidente de la Cámara Baja, el Hermano Musulmán Saad al Katatni, dijo el martes que el Parlamento había referido el asunto de la disolución del Parlamento al Tribunal de Casación.
El domingo, ocho días después de asumir el cargo, Mursi, de los Hermanos Musulmanes, anuló por decreto de la decisión del Tribunal Constitucional, que había disuelto el 14 de junio el Parlamento, dominado por los islamistas, debido a un “defecto en la ley electoral”.