El intento de asesinato de Sheij Nimr al Nimr y su arresto por las autoridades saudíes en la Provincia del Este, representan un acontecimiento político muy peligroso para la estabilidad de esta región.
Según fuentes diplomáticas occidentales en Bruselas, el intento de asesinato de Sheij Nimr al Nimr y su arresto por las autoridades saudíes en la Provincia del Este, representan un acontecimiento político muy peligroso para la estabilidad de esta región, que contiene enormes reservas de petróleo.
De ahí la visita sorpresa del director de la CIA, David Petraeus, a Riad, 24 horas después del intento de asesinato y la detención de Sheij Nimr al Nimr. A su llegada, Petraeus se reunió con altos responsables de seguridad de Arabia Saudí, sin revelar el contenido de estas conversaciones.
Las fuentes occidentales dijeron que “la detención de Sheij Nimr al Nimr puede costarle muy caro a Arabia Saudí y a Occidente, especialmente si las autoridades saudíes insisten en mantener a Sheikh Nimr en la cárcel y le someten a tortura para castigarle por su encendido discurso, en el que pidió la secesión de la Provincia del Este y una monarquía constitucional”, dijo el sitio nahrin.net, citando fuentes diplomáticas.
Según estas fuentes, “los saudíes han actuado de forma lenta en lo que respecta a Sheij Nimr debido a la desaprobación de EEUU, que teme una escalada de las tensiones en la Provincia del Este que comprometa la seguridad y estabilidad de una de las zonas más ricas en pozos de petróleo, ya que produce más de 10 millones de barriles por día”.
Sin embargo, “la detención de Sheij Nimr el domingo se llevó a cabo con el consentimiento de EEUU, después de que el príncipe heredero, Salman bin Abdul Aziz, contactara con el encargado de negocios de la Embajada de EEUU, Thomas William, la pasada semana para informarle de un plan dirigido a asesinar a Sheij Nimr al Nimr para acabar con él de una vez por todas”, dijeron las fuentes.
“Thomas Williams se comprometió a transmitir esta información a Washington. Sin embargo, la aprobación norteamericana fue para el arresto del líder opositor y no para su asesinato porque la Administración estadounidense quiere evitar una escalada que lleve a un incremento de las protestas populares en Qatif y otras zonas del país. Esto fue lo que la Embajada de los EEUU le dijo al príncipe Salman bin Abdul Aziz.”
Según fuentes diplomáticas occidentales, “los estadounidenses temen un levantamiento popular tras la detención de Sheij Nimr, sobre todo porque este último ha logrado reunir en torno a sí a cientos de jóvenes shiíes, que se muestran apasionados y dispuestos a protagonizar enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad del régimen”.
“En realidad, la aprobación estadounidense se produjo bajo la presión de la familia gobernante, principalmente del príncipe Mohammed bin Nayef, subsecretario del ministro del Interior, quien dijo que el discurso del jeque Nimr contra el régimen, y concretamente contra su padre, el recientemente fallecido príncipe heredero Nayef bin Abdul Aziz, que fue anteriormente ministro del Interior, suponía un enorme desafío para toda la familia real y no podía ser tolerado”, dijeron las fuentes.
La visita del director de la CIA, David Petraeus, a Riad se produce en un momento en que el que los miembros de la familia real saudí protagonizan conflictos internos, especialmente después de la muerte de Nayef y el nombramiento de Salman bin Abdul Aziz, sin consultar a la Comisión de la Lealtad.
Esto tiene lugar además en un momento de crecimiento de la oposición al régimen de los Al Saúd, en cuyas filas figuran también clérigos wahabíes. Esto viene a sumarse al cada vez más fuerte rechazo al régimen en la Provincia del Este como consecuencia de la opresión política y la represión practicada por el régimen wahabí en contra de más de los tres millones de shiíes que viven allí.
Cabe señalar que el servicio de inteligencia de EEUU tiene una gran influencia en Arabia Saudí y desde hace décadas mantiene estrechos vínculos con muchos de los príncipes saudíes y presta asesoramiento casi diario a la familia real en los temas relacionados con su seguridad y la de su país, así como acerca de los acontecimientos que tienen lugar en la región.