El sitio Wikistrike ha publicado un artículo sobre el caso de la muerte de la Princesa Diana que da un nuevo giro al asunto y está basado en las pruebas enviadas por un ex agente del Mossad, Karl Wiezmann.
El sitio Wikistrike ha publicado un artículo sobre el caso de la muerte de la Princesa Diana de Gales, muerta el 31 de agosto de 1997, que da un nuevo giro al asunto y está basado en las pruebas enviadas por un ex agente del Mossad, Karl Wiezmann.
“Yo estuve involucrado en el trágico destino de la princesa Diana de Gales y su amante, Dodi al Fayed, playboy e hijo del multimillonario propietario del Ritz, Mohammed al Fayed”, afirma Wiezmann. El nombre de Karl Weizmann es obviamente un seudónimo utilizado por razones de seguridad.
“El Mossad, en aquel momento, decidió situar un equipo en el Ritz (donde Diana y Dodi se alojaban). Era un equipo de profesionales, incluyéndome a mí mismo. Espiaban a los huéspedes, observaban sus actitudes, sus idas y venidas y la identidad de las personas con las que se relacionaban. A menudo, los paparazzi, que constantemente se situaban delante del Ritz para fotografiar a los huéspedes del hotel, eran problemáticos. Un ejército de cámaras es siempre un problema serio. Se imponían medidas de seguridad. Nuestros rostros no existen y nunca existirán, no importa lo que haya que hacer al respecto.”
“Pasaron los días. Los clientes árabes y en especial los saudíes eran numerosos. Recuerdo que al personal del hotel no le gustaban. Eran groseros y vulgares, y chasqueaban el dedo gritando si el servicio no era lo suficientemente rápido para su gusto. Tuvimos que contratar a un informante que no era judío. Para reclutar a un informante los agentes dicen menudo que trabajan para una empresa que desea actualizar su base de datos y que paga un buen precio a quienes la ayudan. Añadimos a esto que considerábamos que había un número de clientes del Ritz que tenían información de interés para la compañía que representábamos. El hombre mordió el anzuelo a cambio de una cantidad de dinero.”
“Sin embargo, el hombre en cuestión era frágil y ahogaba su angustia en el alcohol. Le presionamos y llegó un momento en que ya no podía dar marcha atrás porque, en ese caso, proporcionaríamos a la dirección del hotel la información confidencial que él había estado proporcionando a los paparazzi a cambio de buenos pagos. Le teníamos controlado. El dossier que teníamos sobre su vida era suficiente para recordar a esta “cosa”, el subjefe de seguridad del hotel, lo que se requería de él.”
El domingo 31 de 1997, aproximadamente a la 1 de la mañana, un incidente ocurrió en el túnel del Alma: un Mercedes que conducía a gran velocidad se estrelló contra un pilar de hormigón. Los muertos, tres en número, eran nada menos que la princesa Diana, la madre del futuro rey de Inglaterra; Dodi al-Fayed, hijo de Mohamed al Fayed, el dueño egipcio de Harrods y el Ritz; y el conductor el Mercedes, nuestro informante, Henri Paul. En cuanto al guardaespaldas, él estaba gravemente herido.
“Muy pocas personas fuera de la inteligencia israelí tienen una idea del papel desempeñado por el Mossad en el trágico final de la entonces mujer más famosa en el mundo. El método es el mismo: vanidad, arrogancia, poder, manipulación... Los seres humanos son tan estúpidos que nadie hace preguntas, la opinión pública ha aceptado la versión oficial del accidente sin darse cuenta de las enormes incoherencias de la misma.”
“Sólo un hombre, Mohammed al Fayed, padre de la víctima, escapa a esta regla. Este hombre tenaz tiene un cerebro e hizo en aquel momento las preguntas correctas, que, por supuesto, han quedado sin respuesta:
“¿Por qué se necesitó esperar una hora y cuarenta minutos para llevar a la princesa al hospital? ¿Por qué hubo un robo esa noche en una casa de Londres de uno de los paparazzi que tomaron fotos del lugar donde el coche se estrelló? ¿Por qué cámaras de circuito cerrado de televisión de este distrito de París no produjeron ni una sola imagen? ¿Por qué las cámaras de tráfico no estaban funcionando? ¿Por qué la escena del accidente, en lugar de quedar aislada, se abrió al tráfico después de unas horas? ¿Y quiénes eran los dos hombres no identificados que, después de haberse mezclado con la multitud de espectadores, se reunieron más tarde en el bar del Ritz? Ellos pasaban órdenes en inglés sin dejar de observar y escuchar lo que estaba sucediendo, con una enorme atención.”
“La verdad es que fui yo quien tomó el control remoto del sistema electrónico del Mercedes. A partir de ahí fue un verdadero juego de niños, igual que conducir un coche con mando a distancia para asegurarse de que ... de repente ...”
“El asesinato de la princesa Diana fue ordenado por la Corona de Inglaterra, y en particular por el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. La operación le fue encargada al servicio de inteligencia exterior británico, MI6, y el Mossad. La familia real británica no quería un pretendiente al trono de origen árabe y además musulmán.”
El sitio Wikistrike afirma que “todo lo que está escrito por Wiezman aquí es la verdad, según fue confirmado por Gordon Thomas, un periodista galés de investigación, especialista en los servicios de inteligencia en todo el mundo que ha publicado unos cuarenta libros en esta área, así como por muchos otros periodistas”.
“El equipo de Wikistrike está orgulloso de trabajar para uno de los sitios web donde la verdad última sobrevive y queremos agradecer a Karl Weizmann el haber contactado con nosotros en reconocimiento de nuestro trabajo y nuestra dedicación a pesar de las amenazas perpetuas a que estamos sometidos”, señala el sitio en el artículo.
Weizmann Karl ahora vive en Ashdod, Israel, bajo una nueva identidad. Él abandonó sus actividades de inteligencia y ahora se dedica a escribir.
Wikistrike ha pedido la reapertura del dossier de la muerte de Diana dados los nuevos elementos que han ido apareciendo. “Queremos mostrar nuestro apoyo a Mohammed al Fayed, que luchó tenazmente a favor de la verdad en el caso de la muerte de Diana y su hijo Dodi al Fayed”, señaló.
Cine prohibido: la censura, el único medio de debate
Por otro lado, el sitio ozap.com ha publicado otro artículo sobre los problemas de “Homicidio Ilegal” (Unlawful Killing) para ver la luz. Este documental, financiado por Mohamed al Fayed, el padre de Dodi, que se supone va a revelar la supuesta verdad sobre la trágica muerte de la princesa Diana y Dodi al Fayed, ha sido archivado de forma permanente por los productores. ¿La razón? La imposibilidad para ellos de obtener un seguro les proteja en el caso de una acción legal sobre el contenido de la película.
“Homicidio ilegal” iba a estrenarse en los cines de EEUU y de muchos otros países el 31 de agosto para conmemorar el 15 º aniversario de la muerte de Diana. Dirigida por el británico Keith Allen, el documental no ha podido encontrar un distribuidor debido a su contenido. Según presidente de la compañía de producción de Mohamed Al Fayed, ninguna compañía de seguros ha querido asumir el riesgo de la cobertura de la película en el Reino Unido o Francia, por ejemplo, aunque la película ni siquiera iba a ser proyectada, en un primer momento, en esos países.
En el Reino Unido, “Homicidio Ilegal” no ha obtenido permiso para ser proyectado en los cines sin la realización de 87 cortes con el fin de cumplir con las leyes británicas sobre difamación. Esto es debido a que el documental critica a la familia real y refuta una investigación de 2007, que determinó que la muerte de la princesa Diana y Mohamed al Fayed fue el resultado de la negligencia del conductor de su coche y el comportamiento peligroso de los paparazzi. Según el director de “Homicidio Ilegal”, que ha seguido el progreso de la investigación, una conspiración se halla en el corazón del caso y los medios de comunicación británicos serían cómplices de la misma.
Fuentes: Wikistrike et Ozap.com