02-05-2024 12:05 PM Tiempo de Jerusalén

China y Cuba Impulsan sus Relaciones

China y Cuba Impulsan sus Relaciones

A principios de este mes de julio, el presidente cubano, Raúl Castro, visitó Pekín, donde se reunió con los líderes chinos.

A principios de este mes de julio, el presidente cubano, Raúl Castro, visitó Pekín, donde  se reunió con los líderes chinos. Allí firmó también varios acuerdos dirigidos a profundizar los ya estrechos lazos entre los dos países aliados. Durante su visita, él se reunió con el presidente chino Hu Jintao, el vicepresidente Xi Jinping y el viceprimer ministro Li Keqiang, que son considerados favoritos para ocupar próximamente los máximos puestos del liderazgo chino.

La comunidad china en Cuba

La primera presencia china en Cuba data de 1847, cuando los españoles llevaron mano de obra china a las plantaciones de azúcar. Cientos de miles de chinos participaron en aquel proceso. Una segunda ola de inmigración llegó a finales de siglo a la isla como resultado del caos político y económico que atravesaba China en aquellos años. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, algunos empresarios cubanos de origen chino optaron por abandonar la isla dirigiéndose a EEUU o Europa.

Hoy en día, al igual que sucede en otros países, la presencia china en las calles de La Habana y otras ciudades cubanas es fácil de percibir, aunque la comunidad en su conjunto está dispersa por el país y es más bien reducida en tamaño.

La manifestación de la presencia china es, sin embargo, más amplia. Algunos ministerios han cambiado los antiguos Ladas rusos por vehículos chinos Geely y la mayoría de los electrodomésticos que se venden en las tiendas son también “made in China”.

“La puerta de acceso a América Latina”

La visita de Castro a Pekín se produjo en el marco de los intentos de China por transformarse en un actor importante en los asuntos latinoamericanos. Durante un encuentro con el presidente cubano, el primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo que la fuerza y el estatus global de América Latina estaba en alza, lo cual tendría un impacto positivo en el diseño del nuevo orden global.

China ya es uno de los principales destinos de las exportaciones de Brasil, Argentina y otros países sudamericanos y está incrementando sus inversiones en la región, especialmente en proyectos energéticos.

Al mismo tiempo, China ve a Cuba como una posible puerta de acceso hacia los mercados latinoamericanos. “Esperamos mantener una estrecha coordinación con Cuba para elevar la cooperación entre China y América Latina a un nuevo nivel”, añadió el primer ministro.

Este interés chino porque Cuba sea una de las puertas de entrada en América Latina se ha traducido en la presencia de unos 2.000 estudiantes chinos en Cuba. Aunque esta cifra pueda resultar reducida a nivel absoluto, ningún país de América Latina posee tantos estudiantes de esa nacionalidad.

China considera que, con el fin de desarrollar sus vínculos con América Latina, necesita disponer de más expertos que conozcan el idioma español y la cultura latinoamericana. En este sentido, Cuba proporciona un ambiente controlado donde los estudiantes están protegidos frente a los intentos de reclutamiento de agencias de inteligencia extranjeras y tampoco pueden dañar la imagen de China en el exterior.

Relaciones económicas

China es el segundo socio comercial de Cuba, después de Venezuela. El comercio bilateral entre ambos países alcanzó los 1.900 millones de dólares en 2012 frente a los 996 millones de 2005.

Durante el reciente viaje de Raúl Castro, China prometió ayudar a Cuba con una nueva línea de crédito y con nuevos equipos médicos y de alta tecnología. Estas promesas forman parte de una serie de acuerdos suscritos entre los dos países durante la visita, señalaron las agencias, aunque no se ofrecieron detalles de los mismos.

Por su parte, el presidente chino, Hu Jintao, hizo un llamamiento a favor de una mayor cooperación con Cuba en el terreno comercial, energético, de la construcción, la agricultura y la biotecnología, dijo la agencia de noticias Xinhua. “Estamos muy contentos de que en los últimos años, la relación entre China y Cuba haya continuado profundizándose y desarrollándose,” señaló Jintao.

Cuba exporta níquel y azúcar a China, productos éstos que resultan vitales para la obtención de divisas para la economía cubana. Con unas reservas probadas de 800 millones de toneladas, Cuba es uno de los mayores productores de níquel del mundo. Con el fin de ayudar a Cuba a incrementar su producción de ese mineral, ambos países firmaron un acuerdo en noviembre de 2008, mediante el cual China construirá una refinería para el níquel y el cobalto, productos éstos que serán posteriormente exportados a China.

En lo que se refiere al azúcar, un tercio de todas las importaciones de China provienen de Cuba. La creciente demanda interna, unida a los problemas en el suministro doméstico, provocó un alza de precios de ese producto en China en 2005, tras lo cual Pekín decidió incrementar sus importaciones. Un acuerdo sobre el azúcar fue firmado durante la visita de Hu Jintao a China en noviembre de 2008.

La Habana, por su parte, recibe la mayor parte de las importaciones de petróleo de Venezuela, pero depende de China en lo que se refiere al refinamiento del crudo. La empresa estatal China National Petroleum Corp. firmó el año pasado un acuerdo por valor de 4.500 millones de dólares para renovar la refinería de Cienfuegos. Las reservas cubanas de petróleo están siendo desarrolladas por múltiples compañías, incluyendo la estatal china Sinopec.

El turismo chino a Cuba también se ha incrementado desde 2006, año en el que, según datos oficiales, unos 10.000 turistas de esa procedencia visitaron la isla. El turismo es también un campo donde Cuba podría beneficiarse de la existencia de millones de potenciales visitantes chinos.

Aprender del modelo chino

En los últimos años, Cuba ha comenzado a introducir medidas dirigidas a “modernizar” su economía, que necesita de una profunda reforma y reestructuración.

Al igual que China, el propósito de esta modernización es el de proteger y perpetuar su sistema político socialista mediante la introducción en él algunos elementos de la economía de mercado. “A diferencia de Europa del Este, China ha llevado a cabo reformas profundas mientras mantenía sus características socialistas,” explica Omar Everleny, director del Centro para el Estudio de la Economía Cubana.

La economía china está creciendo a un ritmo de un 10%. El crecimiento en Cuba es de menos de un 3%. “No debemos copiarlos, pero hay cosas que podemos aprender de su modelo,” señala Everleny.

Un grupo de tecnócratas y académicos chinos trabaja en la actualidad en una decena de proyectos para transformar la economía cubana, incluyendo inversiones en infraestructura, transporte y energía, dijo Xu Shicheng, experto en Cuba de la Academia de Ciencias Sociales de China. Aunque Cuba ha mostrado progresos “lo más importante es la necesidad de actualizar la mentalidad del pueblo”, dijo. “Mucha gente en Cuba cree que el dar un impulso al sector privado implica adoptar el capitalismo. A Cuba le tomará mucho tiempo lograr lo que China ha realizado”.

En Cuba, por ejemplo, el Estado ha comenzado a permitir a los agricultores arrendar tierras y vender directamente la producción en el mercado. Sin embargo, la agricultura todavía no ha comenzado a producir con toda su capacidad y la isla se ve obligada a importar todavía la mayor parte de sus alimentos.

En el campo de la inversión externa, Cuba queda muy por detrás de China. Muchos proyectos, incluyendo algunos destinados a promover el turismo, continúan bloqueados y las duras condiciones que regulan las inversiones significan que muchas empresas conjuntas con socios extranjeros están fracasando.

Everlyne considera que, al igual que China ha hecho con los chinos de Hong Kong y Taiwán, Cuba podría beneficiarse también de las inversiones de la diáspora cubana en el exterior. “Hoy el 70% de la inversión en China proviene de los chinos de Hong Kong”, señala. “La diáspora podría contribuir a reconstruir ambos países. Es algo que habría que estudiar”.

En realidad, desde que Cuba comenzó a abrir su economía y permitir a sus ciudadanos comprar y vender coches y casa y abrir grandes restaurantes, gran parte del dinero para financiar esos nuevos negocios ha provenido de familiares que residen en el extranjero.

Aspecto ideológico

En el aspecto ideológico, ambos partidos comunistas mantienen una estrecha relación. A través de su relación con Cuba, China busca también ser vista una alternativa a EEUU en América Latina, una región considerada por Washington como su “patio trasero” en base a la Doctrina Monroe.

Muchos de los movimientos de izquierda o nacionalistas de América Latina poseen una cercanía ideológica y contactos directos con Cuba, de los cuales China podría beneficiarse. Así, por ejemplo, Evo Morales, de Bolivia, se declaró admirador de Mao Tse Tung, el fundador de la República Popular China, durante una visita a Pekín en enero de 2006. De esta forma, China preserva sus credenciales entre la izquierda latinoamericana gracias, en parte, a su nueva relación con Cuba.

Cuba posee igualmente unas estrechas relaciones con gobiernos en África, como los de Angola y Mozambique, países donde China busca incrementar su presencia política y económica. Angola se ha convertido, en la actualidad, en el primer país exportador de petróleo a China.

Aspecto militar

Las relaciones bilaterales tienen también un aspecto militar. El pasado año, Guo Boxiong, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, visitó un complejo militar cubano situado cerca de La Habana. El alto responsable militar chino fue saludado allí por Álvaro López Miera, viceministro y jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

Él visitó el centro de formación militar y también se reunió con el general Leopoldo Cintra Frías, primer viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Ambos acordaron dar un impulso a los vínculos militares bilaterales “sobre la base de décadas de vieja amistad y solidaridad entre los dos países y pueblos”.

Cabe señalar en este aspecto que aunque China siempre ha puesto el énfasis en el carácter pacífico de sus relaciones con otros países, algunos dentro del establishment político y militar también ven la necesidad de buscar una estrategia de disuasión frente a la creciente presión estadounidense, que busca aislar y rodear a China con alianzas y bases situadas en los países de su entorno. En este sentido, Cuba, por su cercanía a EEUU, resulta un lugar privilegiado desde el que China podría recoger información militar valiosa sobre ese país.

Algunos informes sugieren que China ha estado utilizando un lugar de escucha de las comunicaciones situado en Bejucal, al sur de La Habana, desde 1999, según afirma el China Reform Monitor, una publicación del American Foreign Policy Council. Pekín estaría usando además otra instalación para la interceptación de las comunicaciones por satélite de EEUU localizada en las cercanías de Santiago de Cuba.