Las fuerzas de seguridad saudíes abrieron fuego el viernes contra manifestantes contrarios al régimen en la ciudad de Qatif, en la Provincia del Este, hiriendo a varios de ellos.
Las fuerzas de seguridad saudíes abrieron fuego el viernes contra manifestantes contrarios al régimen en la ciudad de Qatif, en la Provincia del Este, hiriendo a varios de ellos.
El ataque policial se produjo después de que miles de saudíes tomaran las calles de Qatif pidiendo la liberación de presos políticos, incluyendo la de un prominente clérigo shií.
Muchos manifestantes fueron también arrestados en la represión lanzada contra la protesta. Entre los detenidos se encuentra Mohammad al Shakuri, figura de la oposición al régimen de los Al Saúd, que figura en la lista de personas más buscadas del reino, que incluye 23 nombres.
Al Shakuri resultó herido por balas en la espalda y el cuello y fue llevado al hospital.
El jueves, miles de manifestantes tomaron las calles de la ciudad pidiendo la liberación de los presos políticos y la caída de la monarquía, respaldada por EEUU.
A principios de semana otras manifestaciones similares fueron llevadas a cabo contra el régimen en la ciudad de Awamiyah y en la de Buraidah. El sábado tuvieron lugar protestas también en Riad y Meca.
Las tensiones se han incrementado en la Provincia del Este de Arabia Saudí en las pasadas semanas tras la detención del clérigo shií, Nimr al Nimr.
Sheij Nimr fue atacado, herido y arrestado por las fuerzas de seguridad saudíes mientras conducía desde una granja a su casa en la región de Qatif, en la provincia del Este, el 8 de Julio.
Según los miembros de su familia, él fue torturado en prisión después de que ellos recibieran permiso para visitarle en ella. Sheij Nimr está en huelga de hambre desde el 19 de Julio.
El wahabismo irreformable
Desde el 11 de febrero, manifestantes han celebrado manifestaciones de forma casi regular en el Este del reino, principalmente en Qatif y Awamiyah, pidiendo la liberación de todos los presos políticos, la libertad de expresión y asamblea y el fin de la discriminación religiosa. Los manifestantes saudíes también han condenado el envío de tropas saudíes a reprimir la revolución en Bahrein y se han solidarizado con la lucha del pueblo de este país en contra del régimen monárquico de la familia Al Jalifa.
Sin embargo, las manifestaciones se convirtieron en protestas contra el represivo régimen de Al Saúd, especialmente desde noviembre de 2011, cuando las fuerzas de seguridad saudíes mataron a cinco manifestantes e hirieron a muchos otros en la región petrolífera.
Según Human Rights Watch, el régimen saudí “reprime de forma rutinaria las expresiones críticas contra el gobierno”.
Los shiíes saudíes, que alcanzan el número de dos millones, representan al menos el 10% de la población saudí. Ellos se quejan de la discriminación religiosa y escasa representación política en una autocracia de tipo feudal que promueve la corriente menos abierta y más rígida del sunnismo. El wahabismo no puede ofrecer una salida reformista a la crisis de Arabia Saudí. Esto hace que la comunidad shií represente una bomba de tiempo para la dinastía de los Al Saúd.