Cientos de israelíes se han manifestado en Tel Aviv para protestar por un posible ataque israelí contra Irán y para pedir la dimisión del primer ministro, Benyamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak.
Cientos de israelíes se han manifestado en Tel Aviv para protestar por un posible ataque israelí contra Irán y para pedir la dimisión del primer ministro, Benyamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak.
Portando pancartas que condenaban cualquier ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, los manifestantes se reunieron fuera de la residencia del primer ministro israelí el domingo y pidieron su dimisión, señala la agencia DPA.
Los manifestantes acusaron a los dirigentes israelíes de actuar agresivamente y de empujar a Israel a una guerra contra Irán, añadiendo que las consecuencias de tal acción serían terribles.
En una reunión semanal de su gabinete en Al Quds (Jerusalén) el domingo, Netanyahu dijo a los ministros que “todas las amenazas dirigidas contra el frente interno se ven empequeñecidas por otra amenaza de distinto tamaño y alcance. Y así vuelvo a decir, que no se debe permitir a Irán adquirir armas nucleares”.
El ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, sin embargo, criticó el debate público sobre un posible ataque, señalando que una acción israelí contra Irán sería “prematura”.
“En 2003 se dijo que en 2007 Irán tendría una bomba. Ahora es 2012 y no hay bomba”, dijo Olmert el domingo durante una reunión con estudiantes de la Universidad de Ono.
“El proyecto nuclear de Irán no ha llegado a un nivel que obligue a Israel a actuar de inmediato o en el futuro cercano”, dijo Olmert durante una conferencia de prensa en el norte de Israel el domingo.
“Toda esta charla acerca de cómo un ataque es inevitable no refleja el aspecto que las cosas tienen para el establishment de seguridad. Yo sugeriría escuchar atentamente a las personas dentro del establishment”, agregó.
Washington y Tel Aviv han amenazado en repetidas ocasiones a Teherán con un ataque militar para obligarlo a detener su programa de energía nuclear alegando, sin ninguna prueba que lo justifique, que Irán busca construir armas nucleares.
Teherán, sin embargo, refuta estas acusaciones “sin fundamento” y sostiene que como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica que tiene todo el derecho a desarrollar y adquirir tecnología nuclear con fines pacíficos.
Las autoridades iraníes también han prometido una respuesta aplastante a cualquier ataque militar contra el país, advirtiendo que tal medida podría resultar en una guerra que se extendería más allá de Oriente Medio.