A falta de poder plantear otra batalla en Damasco después de su derrota en la capital hace varias semanas, los grupos armados de la oposición recurren una vez más como testimonio de su propio fracaso militar- a los atentados.
A falta de poder plantear otra batalla en Damasco después de su derrota en la capital hace varias semanas, los grupos armados de la oposición recurren una vez más –como testimonio de su propio fracaso militar- a los atentados. Estos atentados tienen ciertamente una fuerte dimensión simbólica y propagandística. Así por ejemplo, la cadena de propaganda saudí Al Arabiya ha transformado una afirmación del ESL en información objetiva al anunciar que el cuartel general de las Fuerzas Armadas Sirias en la capital había sido destruido por una bomba, y citando palabras textuales del ESL, dijo que allí estaban reunidos “150 altos responsables militares”.
Reclutas presentados como “altos responsables”
El comunicado del portavoz del ESL, Mahir al Nuaimi, revela una propaganda infantil. Ha habido ciertamente una bomba este miércoles en la capital, pero ella explotó a una decena de metros del hotel Damas Rose, en pleno centro urbano. En este hotel están albergados los observadores de la ONU. Y según los últimos balances ella no causó más que cinco heridos, ninguno de ellos miembros de la misión de la ONU.
Según un periodista de AFP, la bomba fue colocada en la parte trasera de un camión cisterna. Varios vehículos resultaron destruidos. Cabe señalar que varias decenas de reclutas del Ejército seguían, como cada día, un entrenamiento físico en los alrededores y ellos pueden haber sido el blanco deseado por los terroristas – y no “altos responsables”. La violencia de la explosión fue tal que algunos reclutas cayeron al suelo. Dos sufrieron quemaduras y un tercero fue alcanzado por la metralla, según un oficial.
El portavoz del ESL sí dejó ver un atisbo de verdad en su comunicado cuando reconoció que “esta operación busca elevar la moral del ESL”. Se comprende la necesidad de ello teniendo en cuenta el balance de un mes de activismo armado en Damasco del ESL: centenares de muertos en sus filas, centenares de heridos, centenares de capturados y ni el menor atisbo de insurrección popular.
El OSDH trata de mantener la llama encendida y habla de “combates residuales” en algunos barrios de la capital donde afirma que existen todavía “bolsas” rebeldes. Sin embargo, ninguna fuente independiente habla de que haya combates de ningún tipo en la ciudad. Los medios gubernamentales hablan de “controles de identidad” llevados a cabo en algunos barrios el martes, especialmente en Mazzeh.
Las mentiras y fabulaciones –combinadas con el terrorismo efectivo- son la estrategia de campaña del ESL en Damasco y los alrededores en estos últimos días. Pero los esfuerzos propagandísticos valen poco frente a la realidad existente en los frentes de batalla.