El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Ali Jamenei, hizo hincapié en que la cuestión de Al-Quds (Jerusalén) es esencial y crucial en el mundo islámico.
En una audiencia concedida a los cientos de ex prisioneros de la guerra irano-iraquí (1980-1988), el Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Ali Jamenei, hizo hincapié en que “la cuestión de Al-Quds (Jerusalén) es esencial y crucial en el mundo islámico”.
El Ayatolá Jamenei destacó que “la usurpación de la tierra islámica de Palestina, donde los sionistas se establecieron por la fuerza, sentó las bases de una estructura deformada en Oriente Medio donde (la entidad sionista) se ha convertido en una fuente problemas para todos los pueblos de la región en las últimas décadas.
“Sin este complot, todas estas guerras, disputas e injerencias de las potencias arrogantes y hegemónicas no hubieran ocurrido”, dijo el Ayatolá Jamenei.
“Los sionistas y sus aliados no han escatimado nada para que el mundo olvide la cuestión palestina. Sin embargo, es el derecho del mundo islámico el resistir en contra de esta maquinación y este complot”, insistió el Líder Supremo, quien recordó luego el interés especial que el Imam Jomeini dio a la cuestión palestina al inicio de la Revolución Islámica.
“El advenimiento de la Revolución Islámica fue un obstáculo histórico para las potencias hegemónicas y aquella se alzó frente a los intentos occidentales de hacer olvidar la usurpación de Palestina”, reiteró el Líder Supremo.
Y continuó: “Es precisamente en este contexto que ellos han provocado una división entre shiíes y sunníes y han inventado el concepto de la “Media Luna shií”. “Mientras el pueblo palestino ha sufrido durante seis décadas, la ocupación y el bloqueo bajo sus ojos (de los gobernantes de países occidentales) ni uno solo de ellos ha elevado su voz”, señaló.
Su Eminencia dijo que “en un momento en que la Revolución Islámica ha hecho revivir la cuestión palestina presentando a la ocupación sionista como una amenaza para el mundo islámico, el hecho de guardar un silencio sórdido frente a los crímenes cometidos por los sionistas es una traición”.
Él hizo hincapié en la resistencia de la nación iraní frente al complot que busca hacer olvidar a Palestina y a Al Quds.
“Al Quds no es una cuestión táctica, ya que está profundamente arraigada en las enseñanzas islámicas. Creemos que la liberación de este país islámico del yugo de los usurpadores sionistas y sus aliados internacionales es un deber religioso y, por lo tanto, esto incumbe también a los otros pueblos y a los gobiernos islámicos”, reiteró el Líder Supremo.
En otra parte de su discurso, el Líder Supremo describió a los ex prisioneros de la guerra impuesta como “las reservas y los preciosos tesoros del Islam, la Revolución Islámica y la nación iraní”.
Señaló que “los ex-prisioneros iraníes han sufrido en los campos el cautiverio y la tortura, y no había ningún hecho que alimentara su esperanza de volver. Sin embargo, debido a su fe, su confianza en Dios y su resistencia, la promesa divina se cumplió. Y, regresaron a su patria, con dignidad y orgullo, mientras que sus enemigos fueron arrojados al basurero de la historia.”
“Hoy la nación iraní se enfrenta a retos como el hacer frente a EEUU y si, como vosotros, queridos ex prisioneros de la guerra impuesta, ella aplica la Palabra de Dios, va a conseguir, sin ningún tipo de duda, el cumplimiento de las promesas auténticas del Señor, incluyendo la victoria divina”, dijo el Líder Supremo.