La Liga Nacional de Carperos, considerada la mayor agrupación paraguaya de campesinos sin tierra que viven con sus familias en carpas, advirtió hoy al gobierno que iniciará ocupaciones masivas de terrenos malhabidos.
La Liga Nacional de Carperos, considerada la mayor agrupación paraguaya de campesinos sin tierra que viven con sus familias en carpas, advirtió hoy al gobierno que iniciará ocupaciones masivas de terrenos malhabidos.
La organización dijo que está en la fase preparatoria de las acciones dirigidas a recuperar para los labriegos más de ocho millones de hectáreas en 16 departamentos del país, ante la inoperancia del Ejecutivo para solucionar la crisis vivida por muchos miles de personas.
El aspecto más resaltante de la amenaza de los llamados carperos es que, recientemente y en compañía de otros dirigentes campesinos, su líder, José Rodríguez, se reunió con Federico Franco, quien ocupó la presidencia de la República tras la destitución del mandatario constitucional Fernando Lugo.
Las conversaciones fueron solicitadas por el propio Franco y según sus voceros, se pidió a los campesinos una solicitud por escrito, ya entregada, de las tierras reclamadas para ir solucionando el gravísimo problema existente.
El tiempo ha pasado y aunque las promesas presidenciales siguen lloviendo, la realidad es que continúan los desalojos forzosos de los asentamientos existentes, mediante órdenes judiciales y actuación policíaca.
Rodríguez dijo a la prensa que reclama el cese del terrorismo de Estado desencadenado sobre los carperos, pues se hacen desalojos en comunidades asentadas hace años y ahora las familias se sienten desamparadas.
Están atacando los campamentos, quemando las carpas, las camas, matando a todos los animales domésticos, avasallando domicilios privados, manifestó.
Recordó que Franco les había prometido la compra por el gobierno de tierras a los terratenientes quienes las acaparan ilegalmente y dijo las entregarlas después a los campesinos, pero hasta ahora nada de eso se hizo realidad.
Rodríguez agregó que, paralelamente, Franco liberalizó la importación de semillas transgénicas para la siembra de algodón, lo cual traerá consecuencias nefastas para los pequeños productores.
Eso obliga a los campesinos paraguayos a depender de las multinacionales que venden las semillas a precios más altos que las de producción naciona y los pone en manos de ellas, aseguró.
Franco sólo tiene favoritismo por los grandes sectores empresariales y deja de lado a los pobres, subrayó el líder carpero.